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La pandemia extendió como un mantra la cita previa entre todas las administraciones con el objetivo de limitar el riesgo del contagio por coronavirus. Cuatro años después, la reserva de un espacio para hablar con la administración se ha cronificado de tal manera que ha complicado el acceso a las instituciones de los ciudadanos y, en especial, de las personas mayores con muchos más obstáculos por la digitalización de la burocracia.
El ministro de Transformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá, avanzó a finales de enero que se eliminará la cita previa obligatoria en las administraciones públicas. «En ningún caso debe exigirse con carácter obligatorio para relacionarse con la Administración», expresaba el ministro sin que por el momento se hayan dado los pasos necesarios para retirarlas.
Pese a que ha habido avances en varias administraciones como es el caso de las consultas en los centros de salud —se requiere pero en caso de no tenerla los médicos suelen atender al final de la jornada—, es precisamente en la administración del Estado donde se producen los principales límites al acceso. También hay excepciones como es el Centro de Vacunación Internacional donde es necesaria la cita previa y la fecha más cercana es octubre.
El más palpable se da en la oficina del DNI en sus sedes de la calle Jardines, Fuentes de Oñoro y Béjar. Para renovar el documento, es obligatorio pedirla a través de la página web (citapreviadni.es) o bien a través del teléfono 060, un número con coste que suele provocar una importante desesperación entre los usuarios ya que son los dígitos para toda la administración (Tráfico, Agencia Tributaria o DNI, entre otros). A diferencia de otras ocasiones, la demora en la capital es de solo una semana cuando en otras ocasiones ha llegado a superar el mes, mientras que en la localidad textil y la fronteriza hay que esperar hasta el 2 y 3 de septiembre respectivamente. En ningún caso se plantea la opción de acudir sin reserva a la Comisaría de la calle Jardines. También es obligatoria la reserva de una cita previa para los distintos trámites obligatorios de la Oficina de Extranjería tanto en la sede de la Subdelegación del Gobierno como los necesarios de la Comisaría de la Policía Nacional o en el caso de la tramitación de cualquier documentación en la Dirección General de Tráfico: para el acceso al ticket de la entrada es necesario haber reservado con anterioridad.
En otros casos de la administración estatal, la cita previa varía en función de los trámites que se vayan a realizar. Es el caso del Registro Civil en el que tan solo se puede acudir a su ubicación en los Juzgados de la plaza de Colón sin reserva para solicitar la fe de vida. En el resto de los casos (certificados de matrimonio, defunción, nacimientos, divorcios, juras de nacionalidad o cambios de género) se exige rellenar un formulario previamente, o bien, reservar una cita previa a través de la web del Ministerio de Justicia. A diferencia del año pasado donde los retrasos eran muy importantes por la huelga de funcionarios de Justicia, las citas en el Registro se están formalizando para uno o dos días de espera.
La Agencia Tributaria es otro de los edificios gubernamentales donde la cita previa está muy presente. Desde que el usuario quiere acceder al edificio ubicado en la calle Rector Lucena se encuentra con un cartel de grandes dimensiones con un 'QR' en el que se pide realizar una cita previa con el objetivo de evitar las esperas. Entre los servicios que exigen cita previa obligatoria se encuentran la información tributaria básica, tramitación de deudas y recaudación en el sistema Rec@t. Lo mismo ocurre para recibir información sobre las deducciones fiscales por familia numerosa y personas con discapacidad. En cambio, aquellos que han recibido una comunicación previa de la Agencia Tributaria suelen pedir cita en el mismo edificio. El mismo proceso se repite también en la Seguridad Social donde se recomienda la cita previa, aunque los funcionarios atienden para las labores informativas.
Pese a que la Junta, Ayuntamiento y Diputación han ido retirando de forma paulatina la cita previa, lo cierto es que quedan también algunos reductos. Es el caso de la atención en los Centros de Acción Social, tal y como pudo comprobar este periódico. Solo para recibir información telefónica se requiere haber pedido previamente una cita, al igual que para poder acceder a los técnicos aunque solo sea para información de ayudas.
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