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Salmantinos se llevan agua del supermercado. LAYA
El apagón del caos: gente atrapada, trenes parados y psicosis en los supermercados

El apagón del caos: gente atrapada, trenes parados y psicosis en los supermercados

España pretende regresar este martes a la normalidad después de la caída eléctrica que sufrió el país

Martes, 29 de abril 2025, 06:00

España afronta este martes el reto de volver a la normalidad después del apagón generalizado que ha sacudido al país este lunes. A eso de las 12:35 horas hogares, negocios y calles se quedaban 'a oscuras' por una incidencia eléctrica de la que aún se «desconocen las causas».

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo definió como «una fuerte oscilación en términos técnicos del sistema eléctrico europeo» y admitió que no se descarta «ninguna hipótesis» sobre las causas que han motivado este apagón, pero en todo caso pidió no especular porque no hay ningún dato concluyente y no hacerse eco de bulos.

27 rescates y 35 actuaciones policiales

El apagón, que afectó a Salamanca durante cerca de tres horas, obligó a la Policía Local y a los Bomberos a atender 57 incidencias. En el caso de los bomberos, desde las 12:35 horas y hasta que se restableció el suministro eléctrico asistieron a un total de 27 rescates en ascensores bloqueados en diferentes puntos de la ciudad, incidentes en los que se dio prioridad a personas vulnerables o con determinados problemas de salud mental.

Entre los afectados hubo ancianos de más de 100 años, personas con claustrofobia y ciudadanos con cuadros de ansiedad o depresión, lo que elevó la urgencia de algunas de las actuaciones. Desde el primer momento, los servicios de emergencia organizaron un operativo para atender los avisos que no dejó de sucederse a lo largo de todo el mediodía. Aunque la carga de trabajo fue enorme y generó algunas demoras lógicas, todas las intervenciones se resolvieron sin mayores complicaciones y sin que ningún afectado sufriera daños físicos.

Pasajeros atrapados en los trenes

Con las manos en la cabeza, María no podía creerse cuando escuchaba al operario del otro lado de la ventanilla decir que se suspendían todos los trenes de la tarde a todos los destinos, como ocurría en el resto del país a causa del apagón general. «No me lo puedo creer», reconocía. A pesar de que asumía que lo que había ocurrido no era usual, echaba en falta que se hubieran puesto alternativas. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, confirmó que no se recuperarían en el día de ayer los servicios de Media y Larga Distancia.

Entre los que pillaron en medio del apagón se encontró el Alvia procedente de Barcelona con más de 150 personas que se quedó parado a la altura de Gomecello, según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno. De hecho, varios familiares de los viajeros se desplazaron hasta la localidad salmantina ante las dificultades para que se reanudara la marcha y la Guardia Civil intervino para ayudar a los pasajeros.

Sin incidencias en el Hospital

Tan pronto como el suministro se derrumbó en todo el país entraron en acción los generadores de emergencia del Complejo Asistencial. Esto significa que ninguna cirugía ya iniciada tuvo que interrumpirse, que todos los pacientes ingresados en la UCI siguieron recibiendo el soporte vital necesario, y que tampoco hubo incidentes con los ascensores.

El Complejo Asistencial de Salamanca cuenta con un plan de contingencia específico para diversas situaciones y esta -una pérdida total del suministro eléctrico- es una de ellas. Tan verificar que el apagón no era una avería local, sino un problema de gran envergadura en todo el país, el gabinete de crisis del Hospital de Salamanca se reunió para empezar a tomar medidas preventivas: qué hacer en el caso de que la situación se demorara mucho más.

Productos fríos en los comedores

Los centros escolares también se han visto afectados por la falta de electricidad, pero sobre todo en lo relativo a comedores escolares. Fuentes de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León explican que «durante las horas lectivas se ha actuado con relativa normalidad» porque la luz solar ha permitido hacer una jornada prácticamente normal.

A la hora de la comida, tanto los centros que cuentan con su propia cocina como los que regeneran menús de línea fría se han visto incapacitados para servir platos calientes. Desde la Consejería de Educación se contactó con todas las delegaciones provincias para marcar una premisa: que, en la medida de lo posible, se hiciera llegar a los centros productos que no requieran calor como fruta, bocadillos o ensalada. «Lo importante era mantener a los niños tranquilos en una situación tan inusual», recalcan.

Psicosis en los supermercados

La noticia que cogió por sorpresa a la ciudad pilló a muchos salmantinos haciendo las compras de última hora para celebrar el Lunes de Aguas. Las tiendas más pequeñas dieron servicio en la medida de sus posibilidades hasta que la gran mayoría de ellas se decantó por bajar la trapa cuando entendieron que no podían atender en condiciones porque las básculas no funcionaban. Los supermercados en cambio siguieron con normalidad viendo como los clientes se agolpaban a pesar de que no había luz. Los grandes establecimientos «tiraron» de grupos electrógenos para que en las cajas se pudiera pagar con normalidad, al tiempo que se cerraban las cámaras en las que se encontraban los productos frescos, para que de este modo se conservaran en el mejor estado posible. Si una familia quería verdura, carne, lácteos o productos de charcutería los propios empleados se los dispensaban sacándolos del interior de las cámaras, por lo que dentro del descontrol existente no se produjeron incidencias significativas.

En cuanto a los productos estrella, el agua se llevó la palma. En las baldas de los supermercados llegó a escasear a mediodía. El miedo a que el apagón se prolongara y el agua corriente no llegara a algunos domicilios por problemas en el bombeo llevó a muchas personas a hacer acopio de garrafas y botellas. También las conservas, la leche y los productos precocinados se vendieron con más alegría que en una mañana normal.

Ingenio en los bares y restaurantes

Bares y restaurantes fueron algunos de los negocios más afectados por el gran apagón que se produjo a mediodía de ayer. A pesar de que no había suministro eléctrico, en las cafeterías se servían refrescos con normalidad. «Se ha producido tarde y a esa hora la gente ya no pide café, así que no nos afecta tanto como si hubiera sido a primera hora», señalaba Héctor González, camarero de un bar del centro de la ciudad. Muchos de estos establecimientos salieron adelante con grupos electrógenos y otros utilizaron el hielo del que disponían para seguir manteniendo fríos los refrescos y las cervezas tan demandadas además en una jornada como la del Lunes de Aguas.Los restaurantes salmantinos que ayer sí ofrecían sus servicios se las tuvieron que ingeniar. Aunque los comensales tuvieran que comer a oscuras sí pudieron tener un plato de comida caliente porque en muchos de ellos las cocinas son de gas. Otra parte de los restaurantes ayer tenían planteado cerrar, ya que una fecha como la del Lunes de Aguas la cifra de clientes es más baja que de costumbre. De este modo el apagón no les afectó como si por ejemplo se hubiera producido cualquier otro día de la semana.

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