Si el amor se acaba, también puede celebrarse: 'Volveréis', de Jonás Trueba

Después de quince años juntos, una pareja sin hijos decide separarse. Sin dramas. De buenas. Tanto, que hasta organizan una fiesta, para quitarle hierro. Como una boda, pero al revés. «Estamos bien», repiten a sus amigos cuando se lo cuentan.

Sin embargo, los demás no dan crédito. «Volveréis», les responde su entorno, para quienes ellos siempre han sido un referente de estabilidad. Volveréis es como se titula el nuevo largo de Jonás Trueba, que llega ya a las pantallas de Cines Van Dyck. Una comedia romántica (o todo lo contrario) sobre huir del dolor, sobre la crisis de los 40, el amor y el paso del tiempo. Este relato emotivo y liviano, con cierto aire a Woody Allen y a Luna nueva de Howard Hawks, mezcla realidad y ficción: ella es directora de cine, en proceso de montaje de su última película; y él, su actor protagonista. Los interpretan dos rostros siempre ligados al cine de Trueba: Itsaso Arana (su pareja en la vida real) y Vito Sanz, aquí también coguionistas. Se suceden los juegos de espejos, las escenas repetidas y los flashbacks.

Con Volveréis, el madrileño (1981) está recibiendo las mejores críticas de toda su trayectoria, y en mayo ganó el premio a mejor película europea de la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes.

Discretamente, Jonás Trueba se ha labrado una carrera muy personal, con una voz propia muy alejada de la omnipresente sombra de su padre, Fernando (autor de la oscarizada Belle époque). Tras comenzar como guionista de Víctor García León en Más pena que gloria (2001) y Vete de mí (2006), debutó tras la cámara con Todas las canciones hablan de mí (2010), que aspiró al Goya.

Todos los títulos que siguieron han convencido a la prensa especializada y a los jurados del circuito de festivales: Los ilusos triunfó en Toulouse (2013), Los exiliados románticos en Nantes, Málaga y los premios El Ojo Crítico de RNE (2016); La virgen de agosto en Karlovy Vary, seguida por una nominación a los César franceses; Quién lo impide en San Sebastián (tres galardones) y los Goya (Mejor Documental), amén de figurar entre las 10 películas del año para la edición francesa de Cahiers du cinéma. Y, finalmente, Cannes con Volveréis.

Todo ello, desde un estilo (aparentemente) sencillo, humano, basado en conflictos de nuestro día a día. Y rodado en familia, no solo en lo que respecta al reparto, sino también a los escenarios -un Madrid muy acogedor- y al equipo artístico: Santiago Racaj en la fotografía, Miguel Ángel Rebollo en la dirección de arte, Laura Velasco en el montaje. Hay incluso un cameo de su propio padre.

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