Agustín Pérez (director comercial de Caja Rural): “No dejamos a nadie atrás; buscamos la solución que cada uno necesita”

–Caja Rural ha compaginado la actividad telemática con sus oficinas abiertas, incluso en lo más crudo del estado de alarma.

–Desde el inicio de la pandemia pusimos a disposición de los clientes todos los medios y recursos para poder hacer frente a esta difícil situación. Durante los últimos años hemos apostado muy fuerte por la innovación y digitalización. El volumen de las transacciones a través de canales digitales se había incrementado exponencialmente antes de la pandemia y ahora cada vez son más y más los clientes que optan por Ruralvía, nuestra banca por Internet, para realizar sus operaciones habituales. Sin embargo, hay determinados casos en los que los clientes prefieren y necesitan tener un gestor que les ayude y les asesore presencialmente. Y para ellos estamos, y siempre hemos estado, con nuestras oficinas abiertas a su disposición. No podemos dejar a nadie atrás.

–¿Qué dificultades han transmitido los clientes de Caja Rural en este año de pandemia a la hora de sacar adelante sus negocios?

–La mayor dificultad que han tenido nuestros socios y clientes ha sido la caída de las ventas, unos negocios por estar cerrados y otros por no poder dar salida a sus productos, tanto en el comercio nacional como en el comercio exterior. Aquí debemos hacer una mención especial a todas las empresas, pymes y autónomos que han conseguido cambiar de estrategia con la venta online, paliando de forma importante la caída en la venta tradicional.

–En 2020, Caja Rural de Salamanca ha incrementado el crédito a empresas y pymes. ¿Qué líneas de financiación continúan abiertas en 2021?

–Ante la necesidad de financiación de todos los sectores productivos, principalmente en circulante, sacamos al mercado tanto líneas propias como las líneas estatales a través del ICO, Iberaval o Saeca.

Demostrando nuestra fortaleza y compromiso con empresas, particulares y con la sociedad en general, el Crédito a la Clientela alcanzó en 2020 los 557 millones de euros, creciendo un 1,41% respecto al ejercicio anterior, principalmente como consecuencia del aumento del crédito a empresas y pymes.

Nos adherimos a las líneas de financiación promovidas por la Administración y a la aplicación de las moratorias crediticias que han permitido dar un respiro a los agentes económicos y aliviar las mermas de su capacidad de pago. En el marco de las líneas ICO se concedieron 557 operaciones de financiación, por un total que superó los 43 millones de euros. Esta línea continúa abierta hasta junio de 2021. Buscamos la solución que cada uno necesita.

En este año, en el 2021, seguimos con líneas propias de circulante e inversión (por ejemplo, Préstamo Verde Inversión), así como líneas ICO (circulante e inversión) y líneas de Iberaval, algunas de ellas subvencionadas.

–En 2021 las reglas del juego parece que serán similares a 2020 buena parte del año tanto en el sector financiero como en el comercial. ¿Qué espera Caja Rural?

–Será un año difícil, pero esperamos seguir estando en primera línea apoyando a todos los sectores de la sociedad, sobre todo a aquellos que más están sufriendo por no poder ejercer su actividad.

En este año, necesitamos que llegue la normalidad con la mejoría de la situación sanitaria, conseguir la vacunación masiva y que de este modo, podamos recuperar la actividad comercial y económica. De todos modos, estamos preparados para crecer en cuota de mercado, llegando al nivel que nos corresponde, ante los cierres de la competencia, siendo la entidad de referencia en nuestro ámbito de actuación: Salamanca, Ávila y Valladolid.

–¿Cómo ayuda Caja Rural de Salamanca a pymes y empresas a mejorar sus ventas?

–Diariamente estamos al lado de nuestros clientes, ofreciéndoles un servicio de calidad. Conocemos perfectamente sus necesidades y les asesoramos en todo aquello que necesitan. Ya sea acompañándoles en la conquista de nuevos mercados internacionales o financiando nuevos proyectos.

En Caja Rural de Salamanca contamos con el Departamento de Banca de Empresas, desde el cual, asesoramos a nuestras pymes y empresas facilitándoles el acceso a sistemas de cobros seguros, también en Comercio Exterior con productos como Crédito Documentario, Confirming, Avales internacionales, Leasing, Remesas Documentarias, Seguro de Cambio y Seguro de Crédito, plataformas virtuales de TPV...

–¿Las empresas y pymes que recurren a Caja Rural de Salamanca han apostado por ser más competitivas? ¿Algunas han conseguido vender más? ¿Han podido dar el salto a un mercado global?

–Las necesidades y situaciones de crisis crean nuevas oportunidades también para nuestros clientes, empresas y pymes. Siempre surgen nuevos nichos de negocio. Ante estas nuevas oportunidades, están vendiendo más pero de forma segura. Es importante vender más pero garantizando el cobro, para ello cuentan con nosotros.

Se ha incrementado notablemente la venta online y la venta al exterior, utilizando nuestros productos de Comercio Exterior de forma habitual.

–Eugenio de Andrés Rivero indica que es básico que los equipos comerciales transmitan confianza y credibilidad en la empresa.

–La confianza y credibilidad se consigue con esfuerzo, trabajo y honradez entre otros muchos valores, estando ahí al lado de la gente durante mucho tiempo. Por eso nosotros seguimos estando. Ofrecemos un servicio de calidad buscando siempre la excelencia teniendo presente a las personas, sus intereses e ilusiones. En Caja Rural lo llevamos demostrando y nos sentimos orgullosos de ello.

–La morosidad en la entidad sigue siendo una de las más bajas del sistema financiero.

–Así es, nuestra morosidad solo del 2,47 % contrasta con la media del sector que fue del 4,56%. Se consigue gracias a una gestión prudente, bien analizada y al gran conocimiento que tenemos del entorno socioeconómico de nuestros clientes, asesorándoles de forma profesional ya que no todo vale a la hora de financiar.

–¿Realizar una banca ética tiene recompensa para la entidad?

–Por supuesto. Es nuestra manera de ser. Para nosotros “Banca Ética” y “Sostenibilidad” no es una moda. Llevamos más de un siglo trabajando y defendiendo estos valores. Y hablando en términos de viabilidad, aquí seguimos apostando por el futuro.

–¿Caja Rural revierte parte de sus beneficios en el territorio donde está implantada?

–Muchas veces se nos olvida, pero la aportación económica y el impacto con el que Caja Rural de Salamanca contribuye a la sociedad va mucho más allá, engloba los impuestos y tributos a Hacienda y a las Administraciones Públicas, el salario con el que vivimos la plantilla de 185 familias, las compras a proveedores locales e inversiones, colaboraciones y patrocinios... Nosotros todo eso lo hacemos aquí. En 2021 seguiremos en esta la misma línea, apostando siempre por el desarrollo de nuestra tierra.

Además no podemos olvidar que nuestra misión es satisfacer las necesidades de nuestros socios y clientes en un modelo de Banca Universal, pues la responsabilidad social que tenemos como Cooperativa que somos, con forma jurídica personalista privada, es con obligaciones hacia nuestros socios, con un compromiso hacia el desarrollo económico y social en el territorio de implantación.

En el 2021 seguiremos apoyando a diferentes colectivos, cooperativas, asociaciones, etc... teniendo especial sensibilidad con los más vulnerables.

–¿Qué papel deben jugar las entidades financieras en 2021?

–Durante el año 2020 fuimos conscientes de que las entidades financieras juegan un papel esencial en la sociedad. Como servicio esencial, hemos estado ayudando a los clientes y a la sociedad incluso en momentos de gran incertidumbre para todos. El compromiso que deben adoptar las entidades financieras se apoya en una gestión responsable, transparente y sostenible. Debemos continuar dando apoyo a todos los sectores productivos para así ayudar a salir de esta crisis económica.