«Mis abuelos empezaron con este oficio y ahora me toca a mí»
Jesús Vázquez es un ajero de tercera generación
Salamanca
Lunes, 16 de junio 2025, 07:15
«De pequeño, mis abuelos me contaban que cuando venían a Salamanca no había prácticamente lugar para colocarse. Había que venir pronto a montar el puesto porque estaba todo lleno. Que venían los extremeños con los camiones repletos de ajos y que las calles estaban hasta arriba de gente comprando. Ahora ya no es así. Cada vez somos menos», se lamenta Jesús Vázquez, un vendedor de ajo de tercera generación que insiste en la importancia de mantener estas tradiciones.
«Es un oficio muy bonito y la calidad que ofrecemos no tiene comparación. Un producto como este, al precio que lo vendemos, es muy difícil de conseguir. No tiene nada que ver con los ajos que se pueden encontrar en los supermercados. Es una pena que a veces la gente no lo vea», relata el vendedor.
Además, el comerciante insiste en todo el trabajo que implica el oficio: «Hay gente que cree que es quedarnos aquí sentados todo el día y ya, pero no. Tenemos que transportar el ajo, estar lejos de la familia durante varios meses porque estamos viajando para vender y, por supuesto, pasarnos horas bajo el sol ofreciendo nuestro producto. Yo, por ejemplo, cuando vengo a Salamanca no descanso ningún día. Estoy aquí de lunes a domingo vendiendo para aprovechar la temporada», cuenta el comerciante que ha heredado el oficio.
«Mis abuelos fueron los primeros de la familia en empezar con este trabajo, y aquí seguimos», añade.
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