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Exterior del albergue parroquial Santa María de Fuenterroble de Salvatierra. TEL
Ya están aquí: los primeros peregrinos del año llegan a los albergues salmantinos

Ya están aquí: los primeros peregrinos del año llegan a los albergues salmantinos

Después de tres meses de ausencia total de visitas, el centro de Fuenterroble recibió a un usuario procedente de Extremadura y tres más llegarán en los próximos días

Lunes, 15 de marzo 2021, 10:33

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El 2021 ha arrancado igual que concluyó el 2020: en blanco y sin apenas actividad. El recrudecimiento de la pandemia del coronavirus con la tercera ola de contagios mantiene completamente vacíos de peregrinos los caminos que transcurren por la provincia en el marco de la ruta jacobea Vía de la Plata. La amplia red de albergues con la que cuenta Salamanca —con más de una docena de espacios activos— está cerrada casi en su totalidad y, salvo contadas excepciones, con una exigua actividad. Pero la situación parece haber cambiado.

Aunque solo dos de los establecimientos de titularidad pública siguen con sus puertas abiertas y los de gestión privada mantienen una escasa o nula actividad, el sector comienza a notar pequeños brotes verdes. Al menos el albergue parroquial de Fuenterroble de Salvatierra, que después de tres meses de ausencia total de visitas ha recibido a los primeros peregrinos del año.

La semana pasada contó con su primer inquilino procedente de Extremadura y ya ha cerrado otros tres avisos de alojamiento para esta semana también procedentes de Extremadura y Andalucía. “Desde navidades llevábamos sin recibir a un solo peregrino; somos casa de acogida y tenemos que tener abierto, pero hasta que no se abran las fronteras regionales no habrá un flujo de peregrinos; no creo que sea antes de mayo”, señala Blas Rodríguez, responsable del albergue.

El otro establecimiento de titularidad pública que también mantiene abiertas sus puertas es el de Pedrosillo de los Aires, aunque la actividad es “nula. No viene nadie desde después del verano, cuando se endurecieron las normas y se tuvieron que ir los tres peregrinos que teníamos en ese momento”, señala Ángel, responsable de este establecimiento, para quien lo peor de todo es que “ni siquiera vemos pasar a nadie por el camino”.

Por su parte, otros albergues de gestión pública, como los de Calzada de Valdunciel y Morille, se han visto obligados a cerrar ante el endurecimiento de las normas sanitarias y la falta de peregrinos. “Llevamos cerrados desde marzo del año pasado y no abriremos hasta que tengamos una mayor seguridad”, afirma Román Hernández, alcalde de Calzada. “Desde marzo apenas hemos recibido un goteo mínimo de peregrinos; se podría decir que estamos prácticamente cerrados”, subraya el alcalde de Morille, Manuel Ambrosio Sánchez.

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