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Bar Calleja, un lugar de calidad con carne insuperable. CASAMAR
Vitigudino: ocio de día y de noche

Vitigudino: ocio de día y de noche

Un recorrido por tres bares de la localidad a los que acudir a cualquier hora del día

Sábado, 6 de agosto 2022, 22:40

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Bares como el Calleja, el Trastero o el Casino, ofrecen entretenimiento entre cañas y copas, y se adaptan a distintos horarios, ya que hacen gala de la versatilidad de la hostelería en Vitigudino.

Un rincón delicioso en una Calleja que no necesita salida

Sucede con frecuencia que, al hacer turismo, el visitante se pierde de buena gana entre las calles que explora, y es en ese momento cuando aparece un lugar inesperadamente maravilloso. La Calleja es ese lugar. Como su propio nombre indica, se sitúa en una callejuela que, aunque pasa desapercibida, todo vecino conoce perfectamente gracias a este restaurante de aspecto rústico e inmaculado.

José Ramón de las Heras regenta este establecimiento con 24 años de antigüedad, aunque su experiencia es aún más vasta. “Tuve otro durante trece años”, apunta. Durante esos orgullosos 24 años ha sacado a flote, y con muy buen resultado, un tesoro que cuida a diario hasta el más mínimo detalle en el corazón de Vitigudino, bien situado en la zona centro, pero con toda la paz de un lugar que parece alejado del mundanal ruido.

Los pinchos a la brasa, montaditos varios, el cochinillo cuchifrito, el gallo de corral y el entrecot son algunos de los platos de la casa que hacen que a los comensales se les haga la boca agua, por su gran calidad e impecabilidad en la elaboración.

La clientela, explica, es de lo más variada, aunque tiene su público estrella también: “vienen muchos turistas, lo que más, pero también hay de vez en cuando alguna celebración familiar, reuniones, de gente de aquí de Vitigudino, o de la zona”. Quien acuda a este establecimiento ha de saber que lo que más tiene en cuenta este experimentado hostelero es el servicio, la calidad y el precio, pero sobre todo atiende al servicio y a la calidad. “El precio no es tan importante”, y es que sus principios se basan en garantizar una comida espectacular.

El Trastero, joven en todos los sentidos y encantador

Una bocanada de aire fresco en Vitigudino. No todos los establecimientos llevan toda la vida en el pueblo, y es que El Trastero es un ejemplo de que la hostelería es un sector vivo incluso en municipios modestos, y sobre todo, un sector que siempre reclama más clientes, con una alta demanda.

Juan Manuel Hernández, al que todos conocen por un amistoso apodo, es ejemplo del trato cercano y afable por el que apuesta este establecimiento, referente para todo el público joven. Aunque él lleva mucho tiempo en el pueblo —42 años exactamente—, y es por ello que todo el mundo le conoce, El Trastero tan solo tiene tres años y medio de vida.

Es precisamente por eso que, al igual que el local tiene ese aire de vitalidad propio de la juventud, el público joven es también el que se ve más atraído por sus encantos.

Cualquier pedido es bueno en este bar: “tenemos todo tipo de tapas, copas; siempre hemos dicho que la especialidad son los clientes”, afirma. Esos principios son con los que El Trastero se ha convertido en poco tiempo en un punto de encuentro entre amigos que ya acumula, en su corta vida hasta la fecha, bellos recuerdos y una clientela fija que se ha ganado con un trato familiar.

“Trabajamos muy bien con gente joven aunque estamos dirigidos a todo el público en general; lo que más valoramos es eso, el trato con los clientes, la amistad”, confiesa.

Se trata, en ese sentido, tal y como explica, de un negocio familiar que conecta a la perfección con los vecinos de Vitigudino, a los que conoce y sirve desde hace poco, pero a los cuales espera y seguro servirá muchos años más.

Prestigio y clase al cruzar las puertas del Casino

Toda una institución en Vitigudino. El majestuoso y opulento edificio del Casino tiene historia: en el siglo XIX, este establecimiento abría sus puertas bajo el nombre de Casa Bernardo, una historia que Javier Ramos Martín, actual propietario, sabe por anécdotas que le han contado.

Su familia se hizo con este local ubicado junto a la plaza del Ayuntamiento, haciendo chaflán, en 1.939, por lo que fue casi ya en los años 40 cuando comenzó su andadura hasta ser el pub llamado Casino que es hoy. Un pub con servicio de bar, cafetería y restaurante, respetable y que aboga por el protagonismo de la calidad de las carnes de Vitigudino: cruceta, chuletón, solomillos ibérico, embutidos como lomo y jamón, pero también especialista en huevos rotos o calamares, entre otros.

“La carne gusta mucho aquí, ya que es muy buena”, explica el hostelero. Un exterior imponente y un interior moderno y elegante, bajo luces de neón para la noche, y que invita a pedir un gin-tonic, atraen, especialmente, al público de mediana edad, aunque también joven. “Nos movemos sobre todo en una clientela con un rango de edad que va desde los 28 o 30 años hasta los 60, más o menos”, señala. Javier Ramos es, además, sumiller y jefe de cocina titulado, y su establecimiento cuenta con una amplia gama de vinos de Las Arribes, a la vez que goza de altas puntuaciones en Trip Advisor y Google. Su ubicación privilegiada y a la vista de todos acompaña a Vitigudino siendo testigo de su rica historia, un gin club que desde 1.939 recibe con exquisito trato y profesionalidad a los vecinos de Vitigudino.

Contenido patrocinado por el Ayuntamiento de Vitigudino

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