Vistosa carrera por las calles de Lumbrales

Las fiestas patronales de agosto en Lumbrales tuvieron este domingo la segunda cita con los encierros taurinos programada para esta recta final de festejos. La mañana de ayer domingo tuvo una notable afluencia de público, “bastante más que ayer” decían algunos lugareños en el tiempo de espera previo al cohete anunciador de la salida de los astados.

El encierro tuvo un ritmo algo lento y estuvo encabezado por dos novillos que tomaron unos metros de ventaja e hicieron de avanzadilla seguidos por un par de caballistas. Detrás de ellos aparecieron el resto de los novillos y un buen número de bueyes y garrochistas que marcaban el sendero a seguir hasta entrar en el casco urbano de la localidad, mientras que un par de cabestros despistados cerraban la estirada manada.

La distancia entre los grupos permitió a los mozos realizar algunas carreras de vistosidad durante algunos metros, aunque una vez que los animales enfilaron la bajada hasta la plaza, la velocidad del cortejo subió notablemente. Apenas un cuarto de hora después se ponía fin al segundo de los encierros a caballo de las fiestas de Lumbrales y se dejó paso a una capea tradicional de una vaquilla que dio mucho juego y dejo hacer cortes, quiebros y carreras de los valientes mozos lumbralenses.

Un domingo que arrancó con el pasacalles de cabezudos y gigantes que en esta ocasión fue realizado por la peña El Mojito y acompañado por la música de la charanga La Juerga, que pusieron en pie a todos los vecinos y activaron el mecanismo festivo.

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