Vicente del Bosque, matancero de honor de la tercera matanza típica de Sorihuela

Sorihuela ha conseguido en apenas tres años afianzar su matanza típica con la participación este sábado de más de dos centenares de personas entre vecinos y visitantes y con el reconocimiento como primer matancero de honor de Vicente del Bosque.

Era la primera vez que la matanza de la localidad realizaba este nombramiento y qué mejor que el exseleccionador salmantino, que ya es hijo adoptivo de la localidad y que, como señaló la alcaldesa, Nieves García, en el acto inaugural, «es uno de nosotros». Y es que han sido varias las ocasiones en las que ha visitado la localidad, recibiendo siempre el cariño de vecinos y visitantes. De hecho, ayer mismo fueron muchos los que no perdieron la oportunidad de hacerse una foto con él.

Pero la actividad dio mucho más de si en una jornada con temperaturas poco habituales para una matanza de febrero ya que se superaron los 20 grados en la Plaza Mayor, que es donde se desarrolló el grueso de la actividad con la participación de numerosos vecinos como colaboradores en el desarrollo de la actividad, que contó también con la visita del presidente y del vicepresidente de la Diputación, Javier Iglesias y David Mingo, respectivamente. No faltó ni el tamborilero, Miguel, de Candelario, que contó con Juan Carlos y Clara, de Cespedosa de Tormes, como pareja de baile.

Tras el acto institucional se desarrolló el faenado del animal con el chamuscado con helechos y posterior despiece mientras se repartían dulces y licores entre los presentes, que no perdían cuenta de las labores matanceras. Mientras los matarifes se encargaban de deshacer el animal, se explicaba también qué era cada pieza en una matanza de carácter didáctico. Mientras tanto, en el casa de la cultura se preparaba la comida a base de patatas revolconas, con chichas blancas y rojas y postre. Más de doscientas personas participaban en la celebración, que daba paso por la tarde a la subasta de las piezas del anima, al típico bingo de Sorihuela y a una degustación de jamón. La matanza se ha convertido en este tres años en una actividad festiva más del pueblo de modo que la jornada concluyó con una discoteca móvil en la casa de la cultura.

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