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Miércoles, 1 de mayo 2024, 23:21
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El estreno de la temporada de grandes romerías se vivió ayer en la localidad de Horcajo Medianero, en el santuario de la Virgen de Valdejimena, donde más de seiscientas personas se dieron cita para la denominada romería de San José.
La cita arrancó con las tradicionales peticiones a la Virgen con los devotos metidos bajo su manto antes de la eucaristía, que se celebró a las 12:30 horas con el templo lleno y parte del público asistente cobijado del frío en los soportales, donde la megafonía exterior también permitió seguir la cita religiosa.
Al son de la dulzaina y el tamboril de los músicos de Alaraz, salió la procesión a las praderas del entorno del santuario, donde arrancó la marcha, que abría la imagen de San José con el Niño Jesús, seguida de cerca por las andas de la Virgen de Valdejimena. Tras ellos caminaron los devotos que habían acudido a la celebración que se pudo desarrollar sin la molesta presencia de la lluvia.
Los devotos llegaron, tanto de la provincia charra como de Ávila, puesto que la socampana de la imagen abarca, desde hace más de ocho siglos que es la fecha del primer santuario, a más de 80 municipios repartidos entre ambos territorios.
De hecho, los mayores recuerdan cada año que la fiesta de San José siempre se ha celebrado en el santuario con la peculiaridad de que en la procesión la imagen del santo acompaña a la de la Virgen. Y es que esta fiesta ya estaba establecida en el año 1730.
Las próximas celebraciones que unirán a 80 municipios del Arciprestazgo de Valdejimena, del Barco de Ávila y Piedrahíta, arrancarán con el novenario de la Virgen cuya fiesta grande y romería anual se llevará a cabo el 19 de mayo con misa y procesión a partir de las doce y media de la mañana.
Jotas y primera bendición de campos para los agricultores
Casi veinte minutos fueron necesarios este año para completar la procesión en torno al templo con las cuatro paradas tradicionales. La bendición de campos en la que se pidió a la que está considerada como la patrona de la lluvia que los aguaceros de estos días continúen, fue uno de los momentos más emotivos de la cita y se desarrolló en las inmediaciones del lugar donde se dice que se ubicaba la llamada «encina de los remiendos», o «encina santa».
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