Santiago Peregrino marcha junto a los caminantes del Via Lucis de Beleña a Fuenterroble

Los treinta kilómetros de camino no han sido impedimento para que los peregrinos hayan comenzado este sábado a pie en una nueva edición del Via Lucis por la Vía de la Plata. Son ya veintiocho los años de peregrinación misionera de la Pascua, que ha congregado de nuevo a numerosos fieles llegados desde diferentes puntos de la provincia, tanto a pie como a caballo y, especialmente, al grupo llegado desde la localidad leonesa de La Bañeza, que no falla nunca a la celebración.

La jornada comenzó de buena mañana con un chocolate con churros en la residencia de Beleña. Desde allí, la comitiva partió para la iglesia parroquial de la localidad para celebrar la misa, que estuvo oficiada por el padre Blas Rodríguez, al que acompañaron el sacerdote de La Bañeza Arturo Cabo, de 89 años, y el arcipreste de Alba-Guijuelo, Francisco Buitrago. Al acabar la eucaristía, se realizaron los nombramientos de honor habituales, que recayeron en Juan Antonio Martín Hernández y Pedro martín Martínez como conductores de los tractores que acompañan a la comitiva durante el recorrido. También se nombró mayordomo de honor a título póstumo al cofrade Aurelio Mateos, que recogió su viuda.

Los peregrinos, llegados desde Guijuelo, Sorihuela, Los Santos, Fuenterroble, Frades o Salamanca, entre otros pueblos, comenzaron la marcha tras los caballos, que llegaron de diferentes municipios, de la zona de Béjar fundamentalmente, como Cristóbal, Colmenar, Valdefuentes, Valdehijaderos, Santibáñez de la Sierra u Horcajo de Montemayor. Este año, por el deterioro de los caminos como consecuencia de las lluvias y para evitar problemas con las grandes esculturas que marchan año tras año por el camino, sólo salió una imagen, la de Santiago Peregrino, que marchaba en un carro.

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