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Los agricultores están encantados con el agua que guarda el embalse de Santa Teresa a mediados de junio, dos meses y medio después de haberse iniciado el riego. Empezó la campaña en Salamanca con este embalse -que es el principal para el regadío- con 441 hectómetros cúbicos, y este jueves contenía 444, tres más que entonces, y pese a haber bajado 3 desde el pasado lunes. El embalse estaba al 89,5 % de su capacidad total (496 hectómetros cúbicos): 56,1 más que hace un año, y 29,8 por encima de la media de los últimos 10 años. Desde 2020 no superaba la cifra actual (entonces a mediados de junio contenía 447 hectómetros cúbicos). En los últimos 20 años, el embalse ha superado la cifra actual en sólo seis ocasiones: 2007 (a mediados de junio contenía 449 hectómetros cúbicos); 2008 (468,9); 2010 (448,1 ); 2016 (452,4); 2018 (477); y 2020 (444).
Este año, además, la Confederación Hidrográfica del Duero -CHD- soltó agua del embalse de Santa Teresa en enero al superarse el nivel de seguridad. En previsión de lluvias o por la reserva de nieve, el embalse debía mantenerse en esa fecha entre los 346 y los 396 hectómetros cúbicos de agua y se abrieron compuertas cuando superó los 400. El embalse sobrepasó el 19 de enero los 418 hectómetros cúbicos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, correspondientes a 2022, la población de Salamanca y de la mancomunidad azud de Villagonzalo (ponderada en 199.548 habitantes) demandan 21,5 hectómetros cúbicos de agua al año. Esos hectómetros son los que se necesitan para regar unas 3.400 hectáreas toda la campaña.
A pesar de la salida de agua, a mediados de mayo el embalse de Santa Teresa almacenaba en torno a los 470 hectómetros cúbicos de agua. La demanda de administraciones como la Junta de Castilla y León y la Diputación de Salamanca es la de recrecer el embalse de Santa Teresa debido a su alta capacidad de almacenamiento de agua, como prueba que su máximo en junio haya superado desde 1996 hasta ahora los 400 hectómetros cúbicos, con los años 1999, 2005, 2009, 2012, 2019 y 2023, como excepciones. No lo contempla, sin embargo, el Ministerio para la Transición Ecológica.
A partir de las próximas semanas se espera, no obstante, una notable salida de agua debido a que, con el aumento de temperaturas, aumentará la demanda para el riego.
Si la situación de agua es buena en el embalse de Santa Teresa, es aún mejor en Almendra, que ayer almacenaba 2.487,32 hectómetros cúbicos de agua de los 2.649 posibles, y está al 96,3 %. Está en niveles históricos de junio pero a finales de abril almacenaba 2.546.
Los cultivos de regadío, como patata o maíz, necesitan ahora temperaturas algo más altas para su desarrollo y, sobre todo, que las mínimas no sean bajas.
Existe temor entre los agricultores por las plagas y enfermedades y, en ese sentido, el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla yLeón -Itacyl- advirtió el pasado día 19 de la detección de Mildiu en el viñedo. Recomienda a los agricultores comprobar el espacio de las parcleas y, en el caso de tratamientos, utilizar sólo productos autorizados.
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