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Carmen Sánchez, salmantina que regresa el lunes a Bélgica.
Regresar al pueblo le cuesta una cuarentena a esta salmantina

Regresar al pueblo le cuesta una cuarentena a esta salmantina

Carmen Sánchez vuelve a Bélgica, donde lleva 27 años, tras estar en Fuenteguinaldo

Lunes, 31 de agosto 2020, 23:54

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A Carmen Sánchez, que desde hace 27 años trabaja en Bruselas con los más desfavorecidos, la decisión de Bélgica de incluir a los viajeros procedentes de Salamanca en la “lista roja”, con la obligación de hacer cuarentena y someterse a test a su regreso, le afecta sin remedio.

Ha venido 15 días a ver a su familia en Fuenteguinaldo. Ha viajado a Huelva con su hermana Rosa para que les diera un poco el sol. El lunes vuelve a Bruselas y tendrá que someterse al test con las nuevas medidas adoptadas para luchar contra el coronavirus. “Pasaría a gusto la cuarentena en el pueblo, pero regresaré. Delegaré en el equipo que tengo para las tareas presenciales y, desde casa, solucionaré lo que pueda”, confirma, tras las medidas impuestas por el gobierno belga.

Carmen Sánchez está al frente de una tienda solidaria del barrio de Schaerbeek, con cinco empleados para su reinserción laboral, donde vende productos de alimentación e higiene a la mitad de precio gracias a donaciones y plataformas de compra baratas. Está en contacto con religiosas para atender familias con niños. Y con el coronavirus ha organizado la ayuda a 120 personas, sobre todo mujeres aunque también hombres y travestis, dedicados a la prostitución. “Durante la pandemia hemos pasado de atender de 150 a 400 familias, incluyendo a los trabajadores/as del sexo. Había situaciones de precariedad extrema. Hemos organizado que tuvieran alimentación, mascarillas, gel hidroalcohólico... Quienes trabajan en el sexo pueden estar en un carré (cuadrado), con una vitrina delante y atrás una cama con un baño. Es un carré por el que pagan un dineral... Pero hay quienes no tienen ni dinero, ni papeles y estaban en la calle sin nada. Se les ha apoyado a través de una asociación porque las madames o proxenetas se habían desentendido. Dentro de lo triste que es su situación, hemos ayudado a los más desvalidos. Y cooperamos en la reglamentación para que pudieran volver a trabajar, algo que ha sido delicado”, dice la salmantina.

También llevó comida a afectados por coronavirus (la dejaba en la puerta). Pero ha procurado cuidarse y no estar expuesta para salvaguardar a su madre, algo que también que ha sido factible en Salamanca. Bélgica, además, obliga a cumplimentar un cuestionario al entrar y salir del país, y sigue la trazabilidad de los viajeros con una aplicación móvil, con lectura del código QR al entrar y salir de sus aeropuertos, pasos que ha seguido Carmen Sánchez.

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