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Nunavut Segovia durante uno de sus talleres. S. DORADO
Nunavut, el joven que difunde el idioma universal por descubrir: «Muchos me preguntan: ¿pero eso existe»?

Nunavut, el joven que difunde el idioma universal por descubrir: «Muchos me preguntan: ¿pero eso existe»?

Es el único mirobrigense que se especializa desde Madrid y lucha por dar visibilidad al colectivo sordociego, su favorito

S. Dorado

Ciudad Rodrigo

Jueves, 22 de agosto 2024, 17:21

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Con un nombre sin duda diferente, el mirobrigense Nunavut Segovia de la Paz, estaba predestinado a tomar caminos alternativos a los que sigue la mayoría. Este joven de 24 años decidió hace tiempo dedicarse a difundir la lengua de signos. Reside en Madrid, donde actualmente estudia el grado de Lengua de Signos Española y Comunidad Sorda. Nunavut no ha necesitado lidiar con casos de ceguera ni sordera en su círculo de seres queridos para sensibilizarse por completo con la inclusión de esta comunidad. «Hace cuatro años me fui a estudiar a Salamanca una FP de Mediación Comunicativa», este fue un primer paso decisivo. Igual que con cualquier otro idioma, aunque no se imparta en la Escuela Oficial de Idiomas, Nunavut alcanzó aquí un punto de no retorno, obteniendo un nivel equivalente a un B1 o un B2. «Desde entonces me llamó mucho la atención este grado». En él no solo aprende una lengua, sino a trabajar las habilidades sociales de estas personas, gestionarlas, y a tratar con los familiares desde el minuto uno en el que se revela la condición de sordera o ceguera.

Por supuesto, una vocación así va de la mano con los voluntariados, y Nunavut se volcó en la Asociación de Personas Sordociegas de Andalucía, «un colectivo con el que me encantó trabajar». Nunavut reivindica la visibilidad de este colectivo en el que casi nadie repara: «Mucha gente pregunta: ¿pero eso existe?». De hecho, le cautivó de tal manera que se trasladó a Sevilla para trabajar en el único centro que hay en España para esta comunidad. «Ahí me di cuenta de que este era mi colectivo favorito. Fue una experiencia muy bonita». Allí se volcó en potenciar la autonomía personal trabajando los resquicios de audición o visión que puedan quedar.

«En España hay muy pocas personas sordociegas, unas 60.000, pero no es un número tan bajo como para que solo haya un centro en España. Hay una lista de espera inmensa». El sistema que más se utiliza en estos casos es la lengua de signos apoyada por el tacto, utilizando las manos del usuario en lugar de las suyas propias, un idioma basado en la cercanía.

Después de 4 años dedicado a este mundo, y volcado en la difusión de esta lengua de manera altruista, en talleres como el que recientemente impulsó en Cruz Roja Ciudad Rodrigo, Nunavut sigue viendo escasez de profesionalización. «Sé que hay varias personas en la comarca que han hecho el grado en Salamanca, pero a día de hoy solo yo estudio la carrera como tal para ser intérprete».

En los últimos años, reconoce, «se ha avanzado mucho en cuanto a inclusión», sin embargo, matiza: «Creemos que poner a un intérprete en la televisión es un paso importante, pero eso no debería ser la excepción, sino la norma». Los pasos a seguir, según Nunavut, para avanzar en esta materia, deberían ser, en primer lugar, incluir esta lengua en el sistema educativo. «A mí en el colegio me daban opciones de estudiar francés o portugués…Deberían dar la opción de lengua de signos, porque al fin y al cabo es un idioma». A través de su cuenta de instagram, «mirobrigensesignos», con 316 seguidores actualmente, aboga por la difusión de este idioma, que no lenguaje, que hablan personas de todas las nacionalidades.

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