Malestar de los ganaderos por un cierre sin focos y por falta de información

La Unidad Veterinaria de Ciudad Rodrigo se ha convertido en estos días en ir y venir casi constante de ganaderos que acuden para conocer las limitaciones que día a día están afectando a la comarca. Si bien es cierto que en esta zona de la provincia de Salamanca no se ha detectado ningún caso de lengua azul, si se encuentra marcada con restricciones.

Precisamente esa es una de las circunstancias que más están lastrando al sector ganadero. «Un día hay cosas que se pueden hacer y al siguiente ya no», indicaba una ganadera de la comarca mirobrigense. Los cambios en la regulación y en las limitaciones están condicionando el día a día de las explotaciones. «En algunos casos te enteras porque hablas con otros ganaderos y te comentan las novedades», señalaba otro afectado que ponía el foco en la «falta de información» por parte de las administraciones.

Una situación también complicada para los veterinarios de la Junta de Castilla y León, que explican que «trabajamos días a día, pendientes de las publicaciones y directrices de la Consejería, pero es complicado porque muchas veces no sabes cómo ayudar a los ganaderos».

La asociación ganadera «19 de abril» ha manifestado que la situación es «inasumible». «El manejo extra del ganado, la aplicación de vacunas y sus consecuencias, los elevados costes asociados, la obligación de realizar pruebas PCR y la compleja logística que conlleva la vacunación suponen una carga inasumible para la actividad», señaló en un comunciado. «Los ganaderos -añadieron- necesitamos soluciones que garanticen la sanidad animal, pero que no acaben con la sostenibilidad de nuestras explotaciones».

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