Limpieza y orden con la manada de El Collado en Lumbrales

El penúltimo encierro de las fiestas patronales de verano en la localidad de Lumbrales destacó por su limpieza y sobriedad, siendo uno de los más bonitos de todos los que han tenido lugar durante estos días y que finalizó sin sobresaltos. Los cuatro novillos de la ganadería de El Collado tuvieron un brote bravío y estuvieron secundados por los mansos en todo momento.

Cierto es que la duración del encierro fue algo superior a lo habitual, sobre todo por la lentitud del arranque inicial en la finca de El Berzal. El camino hasta el casco urbano sirvió para incrementar levemente la velocidad de los astados, sin perder la formación, algo que agradó y mucho, a los numerosos espectadores que se encontraban repartidos por todo el recorrido de este encierro a caballo.

Los caballistas pudieron disfrutar de una cita sin sobresaltos y mantuvieron bajo control, con rigidez, a los novillos de El Collado, que entraron juntos a la plaza, y que finalizó poco más de 10 minutos después del cohete anunciador del arranque de la carrera. Como es habitual estos días, los mozos tuvieron a su disposición una vaquilla para deleitar a los presentes con recortes, quiebros, pero también algunos capotazos de señorío.

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