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Plaza Mayor en el municipio de Sequeros, otro de los Conjuntos Históricos salmantinos. CASAMAR

Las once localidades más “protegidas” de la provincia

Alba, Béjar, Candelario, Ledesma, Miranda del Castañar, Mogarraz, Montemayor, San Felices, San Martín, Sequeros y Salamanca ya disponen de plan especial

Jueves, 3 de junio 2021, 00:44

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De los 16 Conjuntos Históricos con los que cuenta la provincia, un total de 11 —a los que hay que sumar Peñaranda— cuentan ya con sus respectivos planes especiales de protección aprobados definitivamente por la Junta de Castilla y León. Es el caso de Alba de Tormes, Béjar, Candelario, Ledesma, Miranda del Castañar, Mogarraz, Montemayor del Río, San Felices de los Gallegos, San Martín del Castañar, Sequeros y la propia Salamanca capital.

En todos los casos la redacción del documento en sí por parte de un equipo técnico y el posterior proceso de tramitación, que pasa primero por los ayuntamientos en las respectivas fases de aprobación y se va remitiendo a la Comisión Territorial de Urbanismo de la Junta de Castilla y León para su ratificación, suelen demorarse incluso años, tal y como ha sucedido, por ejemplo, en Peñaranda cuyos primeros pasos se dieron en el 2009, doce años atrás.

En los años 90 empiezan a surgir con más fuerza en España este tipo de planes, que en el caso de los Conjuntos Históricos van encaminados, también, a protegerlos y preservar su esencia frente a las auténticas tropelías urbanísticas que se cometieron antes de que existiera una legislación y regulación propias.

Con la entrada en vigor de un Plan Especial de Protección, como su propio nombre indica, cualquier actuación urbanística que quiera realizarse en un Conjunto Histórico, ya sea por parte de particulares, instituciones o administraciones, debe ajustarse a lo contemplado en las directrices de dicho plan para contar con la necesaria licencia.

Este tipo de documentos suelen recoger, también, otras normas de calado más estético. Así, en el caso de las terrazas de establecimientos hosteleros ubicados en este entorno todo el mobiliario, toldos y otro tipo de elementos deben cumplir con los materiales y colores especificados.

Los rótulos y luminosos de los negocios ubicados en un Conjunto Histórico también son objeto de revisión y, al igual que las terrazas, deben ajustarse a lo establecido en las normas.

Los PEPCH facilitan, además, hacer un seguimiento de todos los inmuebles catalogados en ellos y si se han renovado o, por el contrario, son renovables, además de establecer protecciones que pueden ser del tipo integral, estructural, ambiental o tipológica. Ante cualquier solicitud de licencia de obra que suponga remover el subsuelo, los ayuntamientos están obligados a comunicar también a los promotores la existencia del Plan Especial de Protección y la normativa arqueológica redactada por los técnicos en cada caso.

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