Las monjas de clausura salmantinas que salen por un día en busca de la vacuna
Las hermanas Agustinas Recoletas del convento San Toribio de Liébana de Vitigudino salen por un día porque creen “que la vacuna es algo necesario y bueno para todos”
Sábado, 13 de marzo 2021, 18:08
El proceso de vacunación masiva iniciado la pasada semana por la Gerencia de Atención Primaria en la provincia de Salamanca, aunque lento y rodeado de cierta polémica por los obligados desplazamientos hasta las cabeceras de comarca, va llegando a todos, tanto que este jueves hasta las hermanas Agustinas Recoletas de Vitigudino salieron de su clausura para, al igual que el resto de sus conciudadanos, recibir la primera de las dos dosis previstas.
“Hay que estar con los tiempos que toca vivir en cada momento y ahora lo que toca es ponerse la vacuna para mayor tranquilidad y seguridad de todos”, señalaba la hermana María Dolores Rodríguez Martínez.
La hermana María Dolores, de 87 años, junto con su compañera de congregación la hermana María Antonia González Iglesias, de 88 años, recorrieron andando en la mañana de este jueves los 500 metros que separan el convento de clausura de Santo Toribio de Liébana del frontón municipal cubierto de Vitigudino, sin más ayuda que la propia compañía y el apoyo de un bastón para una de ellas. Del mismo modo e igual recorrido fueron haciendo posteriormente otras hermanas de la misma congregación que ya han superado los 80 años.
“Como religiosas nos debemos adaptar no solo a los tiempos, sino también a todo lo que les pasa a nuestros hermanos y por eso estamos convencidas y creemos que la vacunación frente al coronavirus es algo necesario y bueno para todos”.
Ya a las puertas del frontón, las hermanas esperaron pacientemente su turno, aunque para ello se hiciera necesaria la ayuda de las sillas dispuestas para hacer más llevadera la espera.
En la actualidad en el convento de Santo Toribio de Liébana de Vitigudino residen 12 hermanas dedicadas a la vida contemplativa, cinco de ellas procedentes de distintos lugares del mundo, Perú, Venezuela, Tanzania y, la última en confirmar sus votos el pasado año, de la ciudad de Cangzhou, en China.