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Las multas por arrojar mascarillas o guantes a la vía pública han subido un escalón y supondrán hasta 300€. EÑE
La localidad salmantina que se pone seria con los corros de sillas en la calle

La localidad salmantina que se pone seria con los corros de sillas en la calle

La ordenanza de buena vecindad de Terradillos prohíbe estas reuniones y también incrementa las sanciones por tirar mascarillas

Miércoles, 9 de diciembre 2020, 09:22

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Corros de sillas y mesas particulares en medio de plazas y calles pasarán a la historia en Terradillos con la nueva ordenanza de buena vecindad y limpieza de zonas verdes que ya está en vigor.

No es una medida destinada a terminar con la presencia de los mayores en los tradicionales asientos a la puerta de sus casas, sino con las reuniones de un número de personas que generan molestias al resto de vecinos. Y es que la nueva normativa considera que este tipo de ocupación con sillas y mesas privadas es un uso impropio del espacio público.

Asimismo se recogen otras novedades entre las que destacan, por ejemplo, algunas que preservan el decoro y que insisten en la prohibición de estar desnudo o semidesnudo (sin camiseta) por las calles. “Este tipo de artículos es similar al de otras localidades en las que también se sanciona la semidesnudez”, matizó el alcalde, Alejandro Álvarez. Queda reservada para las piscinas la opción de permanecer desprovisto de ropa en la parte superior o inferior del cuerpo.

Las multas por arrojar mascarillas o guantes a la vía pública han subido un escalón y supondrán hasta 300€

La pandemia también ha dejado su impronta en esta nueva normativa municipal, puesto que se recoge expresamente la prohibición de arrojar al suelo guantes, mascarillas y otros elementos similares. Para hacer mayor hincapié en estas limitaciones se ha decidido que tirar a la calle estos elementos no será objeto de una sanción económica mínima, sino que se ha subido un escalón en las multas por este tipo de actitudes incívicas.

La normativa contempla sanciones en su grado mínimo que van de los 30 a los 150 euros, mientras que llegan hasta los 600 euros en los casos más graves.

Otra novedad curiosa es la referida a los ruidos, ya que se regula que el horario nocturno especialmente protegido arranca a las 10 de la noche. Además, en caso de acudir los agentes de policía y notar que las molestias sonoras son evidentes, de tal manera que están dificultando el descanso de los vecinos o alterando la normal convivencia ciudadana, no será necesario realizar una medición acústica.

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