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Puente del Congosto
Domingo, 1 de junio 2025
La falta de sacerdotes es cada vez más notoria en la provincia, y la solución que adopta la Iglesia para cubrir esa escasez es contar con sacerdotes de otros países, que vienen a Salamanca a formarse mientras ejercen su labor pastoral.
En el caso de la Diócesis de Plasencia, que cuenta con 30 parroquias en Salamanca, son varios los sacerdotes africanos que actualmente desarrollan su labor en la zona. El idioma es una dificultad añadida que no enfrentan los sacerdotes procedentes de América Latina, por lo que los obispos deben idear propuestas para facilitar su adaptación. Es el caso del padre Mel Memel Arsene, que ejerce su ministerio en la zona del Alto Tormes. El obispo de Plasencia, Ernesto Brotóns, encomendó una labor de acompañamiento o «padrinazgo» al sacerdoteJosé Luis Martín de Álvaro, párroco de los pueblos más cercanos a los que atiende el padre Mel. Se trata, explican, «de las parroquias situadas en el nordeste del arciprestazgo, en la provincia de Salamanca, a lo largo de la carretera que une el puerto de Vallejera con Piedrahíta, junto al suroeste de la provincia de Ávila».
«La tarea que me encomendó nuestro obispo es, sobre todo, de apoyo, ayuda y acompañamiento a Mel, para que se sienta acogido y fortalecido en el ejercicio del ministerio sacerdotal entre nosotros. Mel vive en Puente del Congosto. Realizamos esta tarea desde un proyecto compartido, planteando objetivos y acciones comunes, e intentando implicar a los laicos, con la limitación que supone que la población de los seis pueblos sea reducida y envejecida», señala el padre José Luis. Y añade: «En los meses que llevamos juntos hemos intentado estar muy cerca el uno del otro. Vamos logrando cercanía personal, amistad, apoyo en la tarea encomendada y sentirnos hermanos en el sacerdocio, para ser testigos del Señor en estas comunidades».
«Intento estar muy pendiente de Mel en todo lo que vive y necesita: ayudarle en su integración humana, acompañarle para que pueda disfrutar de una vida saludable —como estar con él cuando se examina del carné de conducir—, ayudarle a conocer dónde puede hacer compras para sus necesidades alimentarias o de otro tipo, organizar la casa parroquial de Puente del Congosto, donde vive, y compartir la comida siempre que viajamos a Plasencia, al reunirnos los sacerdotes del arciprestazgo o en Navidad», explica.
«No son grandes gestos, pero es en la vida diaria donde quiero que se sienta feliz. Siempre que podemos, nos reunimos y, por supuesto, nos llamamos con frecuencia y nos comunicamos por mensajes. No pueden faltar los momentos de oración compartida. En ella le pedimos al Señor que nos ayude en la tarea ministerial y le damos gracias por todo lo que nos regala cada día», concluye.
La experiencia de estos dos sacerdotes ha servido a la Diócesis de Plasencia para abrir la campaña de la Declaración de la Renta, animando a marcar la casilla de la Iglesia. El Obispado inicia la campaña en Puente del Congosto, al considerar que es la primera localidad de la Diócesis por el norte. 'Acompañamiento y ayuda' es el lema de esta primera parada, que recorrerá otras zonas y mostrará otras iniciativas de la Iglesia diocesana placentina a lo largo de su demarcación.
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