Los insectos 'invaden' Santa Marta de Tormes

La riqueza de la biodiversidad del Tormes y Santa Marta de Tormes son dos de los pilares sobre los que se asienta el nuevo proyecto del Ayuntamiento que permitirá colocar en la Isla del Soto y calles de la localidad ocho nuevas esculturas de gran formato. El hilo conductor de este itinerario cultural entrelaza el arte con la naturaleza y, de esta manera, las piezas que se han instalado serán dos de los símbolos reconocibles de esta iniciativa municipal que da nombre a la 'Ruta de los bichos del Soto'. En concreto, los visitantes y vecinos ya pueden ver un gran mosquito en la Plaza Mayor, en la parte superior de la pérgola del ágora, y una libélula en una de las fachadas del Centro de Interpretación de la Isla del Soto.

Así, enmarcado dentro de la filosofía del proyecto 'Arte emboscado', que incluye otras cuatro esculturas de gran tamaño en el entorno de la Isla del Soto, y con el objetivo de embellecer el municipio y generar identidad local, el alcalde, David Mingo, ha destacado durante la presentación que continúa apostando por «el turismo cultural para contribuir al desarrollo económico y social de la localidad y enriquecer el patrimonio cultural».

«La Isla del Soto es la puerta de entrada al municipio, por la que pasan miles de personas semanalmente, y apostamos por cosas diferentes para llamar la atención porque es nuestra obligación para poner en marcha iniciativas que resulten atractivas para la gente», ha expresado el regidor. Por su parte, el concejal de Turismo, Juan Carlos Bueno, ha resaltado la importancia de este tipo de proyectos para el crecimiento cultural de la localidad. Además, Bueno ha indicado que: «Iniciativas como esta ayudan a posicionar a Santa Marta como un referente en la provincia por su originalidad y compromiso con el arte y el turismo».

Cabe destacar que las esculturas, que guardan relación directa con los insectos de la zona, tienen unas dimensiones de tres metros de largo por dos metros de alto y están realizadas en fibra de vidrio. «Se han utilizado formas geométricas simples en su diseño, volúmenes suaves, coloridos y de carácter afable, creando una imagen mágica, lúdica y accesible para el público infantil», ha afirmado el concejal de Turismo.

La inversión inicial para las dos esculturas instaladas ha sido de 17.000 euros. «La idea es tener instaladas las ocho esculturas de insectos que forman la ruta antes de que finalice la legislatura», ha puntualizado David Mingo.

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