Las incombustibles peñas de Aldeadávila de la Ribera despiden las fiestas de San Bartolo

Las incombustibles peñas de Aldeadávila de la Ribera fueron las protagonistas en el último y madrugador encierro de las fiestas de San Bartolo, un festejo que aunque se inició con algo de retraso fue rápido y limpio.

Como es habitual en las fiestas de Aldeadávila, la jornada se inició con el apartado en el "prao del Rocoso" de los astados que participan en el encierro con caballos, para posteriormente desplazarse la animación hacia el matadero viejo donde se ofrecen los chupitos y continuar el recorrido de las peñas junto a la música de la charanga "La Escala 2.0" hasta la plaza.

En apenas dos minutos los novillos de la ganadería de salmantina de Ignacio López-Chaves cumplieron con el recorrido del encierro con caballos desde el "prao del Rocoso" hasta la plaza, amparados por los cabestros y guiados por los caballistas locales.

Finalizado el festejo principal, la charanga coreada por las peñas animó la suelta de la vaquilla en popular capea que no estuvo exenta de sustos y caídas aunque ninguna de ellos con consecuencias graves.

El desayuno de churros con chocolate sirvió para recuperar fuerzas y comenzar el descanso antes de la novillada de la tarde, con cuatro novillos de Ignacio Lópéz-Chaves para Daniel Sánchez y Salvador Herrero.

Aldeadávila de la Ribera cierra las fiestas de San Bartolomé con el tradicional "entierro de la sardina" con salida de desde la plaza a las 22:30 horas y finalizar con el monólogo de Alberto Cabrillas.

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