Guijuelo vive con intensidad la vaquilla del aguardiente

Cientos de jóvenes disfrutaron un año más de la tradicional vaquilla del aguardiente de Guijuelo, que se celebró este lunes en la plaza de toros de la localidad dentro de las fiestas en honor a la Virgen de la Asunción.

El paso del domingo al lunes fue la jornada más larga de las fiestas ya que, tras la orquesta y el DJ, la charanga La Clave tomó el relevo para marchar desde Julián Coca al coso taurino para celebrar la vaquilla. Se soltaron dos vaquillas, que protagonizaron algún pequeño revolcón sin mayores consecuencias y eso que había mucha gente en la arena. Algunos jóvenes aficionados realizaban quiebros, mientras otros se lanzaban con el capote. Muchas sudaderas y camisetas servían también para darle pases a la vaquilla ante la mirada vigilante de Porritas de Guijuelo, que controlaba la situación desde el interior para que todo se desarrollara con normalidad. El alcalde, Roberto Martín, y el concejal de Festejos, Roberto H. Garabaya, estuvieron también presentes en la vaquilla.

Acabadas las vaquillas, la charanga siguió animando juntos al grupo de los irreductibles mientras la mayoría marchaba a desayunar. Algunos, los montaditos de panceta preparados por Catering Gabriel y otros, como manda la costumbre, a la Sancho hasta llenar la calle. Es un ritual con el que suene terminar la vaquilla ya que los jóvenes, como también sucedió ayer, marchan luego a dormir pasadas las nueve de la mañana.

El sabor taurino siguió con la celebración del primer encierro infantil con mini bueyes entre la plaza de la Constitución y la plaza de toros.

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