La emoción arranca aplausos en la procesión del Nazareno de Peñaranda de Bracamonte

La procesión de la Penitencia que inició este Jueves Santo en Peñaranda de Bracamonte estuvo acompañada de frío y sobre todo de mucha expectación. Cientos de personas llenaron las calles de la ciudad para contemplar un desfile en el que primaba el color morado de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas, su Madre la Santísima Virgen de la MIsericordia y Jesús de Medinaceli, organizadora y protagonista de esta procesión.

Los cofrades caminaron con túnica y capuchón morado, con capa color oro, cíngulo de esparto y zapatillas negras.

En las calles de Peñaranda de Bracamonte se entremezclaban la elegancia aportada por la cofradía sus tallas y detalles, el patrimonio antiguo de las calles de la ciudad y la emoción de un público que a la vez que es respetuoso, se implica y percibe el sentimiento que desata esta tradición.

En primer lugar, sobre los hombros de los costaleros, se mecía Jesús de Medinaceli, siempre al ritmo de la agrupación musical la Estrella, y a su paso la emoción arrancaba aplausos del público.

Posteriormente iban las tallas de Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas y su Madre la Santísima Virgen de la Misericordia.

En la cabecera de la procesión destacaban los niños con cruces, esquilas y campanas. Detrás de la Virgen las autoridades, entre las cuales caminaban el presidente de la Hermandad de Cofradías, Moisés Pérez, y la alcaldesa, Carmen Ávila. Cerrando la comitiva acompañaban con capucho un representante de cada una de las ocho cofradías de Peñaranda de Bracamonte.

Como en todas las procesiones a la cabeza tres personas portaban los ciriales y la cruz, detrás dos monaguillos llenaban de aroma las calles con el incensario y tras ellos los estandartes de la Hermandad de Cofradías y de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas, su Madre la Santísima Virgen de la MIsericordia y Jesús de Medinaceli.

• Temas
• Peñaranda de Bracamonte