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La recuperación del paraje de La Flecha en Cabrerizos, conocido por albergar la granja agustina homónima y ser uno de los lugares favoritos de Fray Luis de León para pasear, algo que evidencia que en este punto se encuentre su oratorio, tiene en su horizonte una propuesta para volver a brillar gracias a la iniciativa de sus propietarios y un acuerdo que han propuesto al Consistorio.
La iniciativa que se está tramitando supone una modificación urbanística en la que los promotores están dispuestos a permitir y facilitar que el Ayuntamiento haga un paseo fluvial a lo largo de la finca La Flecha, e incluso a que el Oratorio de Fray Luis, los jardines y el entorno del recinto sean de acceso público algunas horas determinados días del mes. Es una zona preciosa al lado del Tormes que es privada y ahora no se puede visitar. Con al cambio que se está preparando, y que podría estar tramitado antes de final de año, esta situación cambiaría.
Tal como reconoció el alcalde en funciones de Cabrerizos, Jesús Quintero, “desde el punto de vista del Ayuntamiento el acuerdo es interesante para el municipio, porque siendo ambiciosos no solo supondría poder habilitar una zona como paseo fluvial en ese punto y abrirlo a los visitantes, sino también incluso tratar de unirlo con otras zonas de ribera del Tormes”. Tanto el Consistorio como los propietarios de los terrenos tienen interés en la actualización que se está tramitando. Cabe recordar que desde octubre de 2011 el oratorio de Fray Luis, que es el edificio más destacado de este paraje, está incluido dentro de la Lista Roja de Patrimonio “por el progresivo deterioro”, del edificio, tal como se reflejaba en la declaración que realizó Hispania Nostra. Asimismo, se advirtió del “peligro de derrumbamiento del tejado del oratorio y desplome parcial de las bóvedas de arista” y se indicó que “la caída de un gran álamo sobre uno de los muros puede provocar la ruina total de la capilla”. Este recinto, además, carece de protección específica, puesto que no ha sido reconocido como BIC, aunque se propuso su reconocimiento como tal en 2018. La granja agustina, generada desde el siglo XVI con los terrenos del entorno de la antigua aceña de La Flecha sobre el río Tormes, estaba vinculada al desaparecido municipio, población y castillo de Ribas. En el paraje denominado “La Flecha baja”, que es para el que se ha previsto el acuerdo urbanístico, se conservan los únicos edificios que se quedan de la época de Fray Luis: los establos y corrales, el palomar, el oratorio y la aceña, aunque su estado no es bueno. Las tierras fueron donadas en 1451 a los agustinos, que tenían en este paraje, como señalaba Hispania Nostra, “casa de descanso para los frailes, viñas, huerta, aceña, oratorio, establos, corrales, palomar y vivienda para los trabajadores, siendo una de las posesiones más preciadas por los agustinos tanto por los productos que de ella extraían y que les abastecía de pescado y verdura en abundancia”.
El interés de la zona aúna valores históricos, etnográficos y geográficos y es un lugar conocido internacionalmente por ser el elegido por Fray Luis de León como espacio de retiro e inspiración. El vínculo con una figura clave de la literatura y teología en castellano, de la Escuela de Salamanca, y el siglo de Oro de la literatura en la Universidad de Salamanca no es el único, puesto que Miguel de Unamuno, Fray Diego González y Jacinto Benavente frecuentaron este paraje, e incluso Unamuno escribió sobre él. El histórico paraje también ha estado a la venta, hace menos de una década, por tres millones de euros y con la calificación de “finca de lujo”.
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