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Martes, 26 de enero 2021, 21:47
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El destino y la fatalidad quiso que la frontera hispano lusa de Fuentes de Oñoro fuera el último lugar que visitara el varón senegalés que falleció, según las primeras hipótesis de un infarto, cuando el autobús en el que viajaba hizo un rutinario parón de descanso, resultando posteriormente positivo en COVID en las pruebas realizadas.
Un último destino que tal vez se convierta en su lugar de descanso eterno si como se señala desde el Ayuntamiento oñorense, “no se consigue dar con algún familiar que reclame su cuerpo”.
La estación de servicio situada entre el final de la autovía de Castilla, la A62, y el municipio de Fuentes de Oñoro, recibió el pasado domingo a los viajeros de un autobús que unas horas antes había iniciado en la capital portuguesa, en Lisboa, su largo viaje por carretera hasta París.
Como es habitual, el autobús en el que viajaba el hombre fallecido, realizó una de sus paradas programadas nada más pasar la frontera entre España y Portugal, en una de las áreas de servicio de Fuentes de Oñoro.
Estando los viajeros disfrutando del descanso, uno de ellos del que hasta ahora se desconocen sus datos de filiación aunque sí se sabe que era de nacionalidad señegalesa, sufrió un desmayo del que ya no se recuperó, certificándose su muerte.
“Ahora, al tratarse de un extranjero, la investigación se centra en tratar de averiguar si tenía residencia en Portugal o posibles familiares”, señalaron fuentes del Ayuntamiento oñorense.
Una labor de investigación que está realizando la policía portuguesa, al ser el lugar de procedencia del autobús en el que viajaba el fallecido, “aunque por el momento se desconoce si residía en Portugal o era un lugar de paso para él”, señalan desde el Consistorio de Fuentes de Oñoro.
En el caso de que la policía portuguesa consiguiera dar con alguien que reclamara el cuerpo del hombre fallecido, los trámites seguirían su curso para enviar el cadáver de vuelta a Portugal y entregarlo a la familia o allegados.
Por contra, “si no hay nadie que reclame el cuerpo, este pobre senegalés habrá que enterrarlo en Fuentes de Oñoro, haciéndose cargo de los gastos del sepelio el propio Ayuntamiento”, afirmaron las mismas fuentes municipales.
Otro de los posibles problemas sería el que el fallecido dio, en el análisis posterior, positivo en coronavirus, aunque los estrictos protocolos activados tanto en el personal de emergencias como en la atención funeraria, no dan pie a pensar en una posible propagación de los contagios, al igual que en la propia área de servicio, al cumplir todas las medidas sanitarias.
Una vez certificado el fallecimiento, el autobús en el que viajaba el senegalés así como todos los viajeros, continuaron su ruta a través de España hasta su destino final en la capital francesa.
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