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Vista general del belén que cada año pone “Chemita” con ayuda de su familia. TRISOL
El espectacular belén del monaguillo de Peñaranda

El espectacular belén del monaguillo de Peñaranda

Desde hace 13 años José María Poveda “Chemita” instala un gran nacimiento en su casa de la calle Bebedero. Una estrella luminosa guía hasta la pequeña puerta a través de la que puede verse el interior

Viernes, 25 de diciembre 2020, 11:47

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A escasos metros de la iglesia de San Miguel Arcángel, de Peñaranda, en la calle Bebedero, se puede admirar estos días el belén de José María Poveda, conocido popularmente en la localidad como “Chemita” y que ejerce de monaguillo en la parroquia prácticamente desde que era un niño.

El belén de “Chemita” es cada año cita obligada para los aficionados a este tipo de representaciones navideñas y especialmente para los más pequeños que no dudan en detenerse ante él para observar hasta el último detalle de todo lo que contiene.

En este caso uno de los espacios de la vivienda familiar se transforma durante diciembre y parte de enero en la ciudad de Belén que vio nacer al Niño Jesús, con sus casas, sus puentes, el castillo de Herodes, los huertos, los puestos de los artesanos, y por supuesto, el pesebre con el misterio de la Natividad.

La puerta que durante el resto del año ocupa este vano del edificio deja paso estos días a un cristal a través del que “Chemita” y su familia comparten públicamente su representación belenística tras innumerables horas de esfuerzo e incluyendo siempre alguna novedad que los espectadores agradecen y que siempre les sorprenden.

Cabe destacar, además, que es prácticamente el único belén de estas dimensiones y características que puede verse en Peñaranda durante las fiestas navideñas y que su éxito es precisamente lo que anima a su autor a seguir con esta tradición durante muchos años más.

Los rostros de ilusión de niños y mayores “pegados” al cristal cada vez que pasan por la calle Bebedero son, sin duda alguna, la mejor recompensa a la labor que tiene tras de sí este nacimiento, desde el momento en el que se sacan de las cajas todas las figuras y se plantea su colocación hasta que finalmente queda todo montado e iluminado, listo para retirar la puerta y que la magia navideña lleve algo de alegría a los corazones en un año especialmente complicado.

José María Poveda: “Gracias a mi abuelo empecé a montar este nacimiento”

Un año más, el belén de José María Poveda está acaparando cientos de miradas de peñarandinos y visitantes que pasan por la calle Bebedero.

–¿Cuántos años lleva montando el nacimiento y cómo surgió la idea de hacerlo?

–Las primeras figuras las cogí sin que se enteraran mis padres que no querían poner este belén y gracias a mi abuelo lo empecé a montar en el año 2007 y hasta ahora. Mi padre, mi tía y algún familiar me ayudan a instalarlo y tardo unos cinco días. Este año he tenido que compaginarlo con las prácticas de Electricidad y con las celebraciones de la parroquia y he tardado algo más en terminarlo y abrirlo al público.

–¿Incluye alguna novedad?

–La verdad es que sí, siempre intento que haya novedades y este año son dos figuras de estilo napolitano que me han regalado varios fieles que fueron el año pasado a la excursión organizada por la parroquia. Una de las figuras representa a un vendedor de melones y la otra lleva unos bombos de música.

–¿Qué le comenta la gente cuando ve el belén?

–Suele gustar mucho, sobre todo a los niños, y este año que, como te digo, he tardado más, me preguntaban muchos por la calle que si lo iba a poner y cuándo podrían verlo.

Seguir la estrella

Al igual que hicieron los tres Reyes Magos para llegar a Belén, en Peñaranda hay que seguir la estela luminosa de la estrella colocada en una fachada de la calle Bebedero para poder contemplar el nacimiento de José María Poveda. El mejor momento para ver el belén es cuando anoche y destaca aún más su contenido a través del cristal que lo protege.

Pesebre vacío

El misterio de la Natividad, en el centro del belén, está a día de hoy incompleto ya que falta el Niño Jesús en el pesebre. Como buen monaguillo, “Chemita” explica que estamos en tiempo de Adviento para preparar la llegada del Señor y que será en la noche del 24 de diciembre cuando la misa del Gallo conmemora el nacimiento de Jesús el momento en el que el Niño Divino ocupará ya su lugar entre San José, la Virgen María, la mula, el buey y el ángel anunciador.

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