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Lorena Carreño Corchete y Christopher Brooks Richardson. CASAMAR
El americano que dejó Baltimore para teletrabajar en Fuenteguinaldo

El americano que dejó Baltimore para teletrabajar en Fuenteguinaldo

El estadounidense Christopher Richardson abandonó hace doce años la gran ciudad de la Costa Este y desde hace dos meses teletrabaja en esta localidad, de donde dice no querer marchar

Lunes, 28 de diciembre 2020, 18:06

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Las peripecias del destino han guiado al estadounidense Christopher Brooks Richardson hasta el municipio salmantino de Fuenteguinaldo, donde ha encontrado estabilidad, felicidad y un proyecto de vida familiar. Hace doce años que este americano abandonó el llamado país de la libertad y las oportunidades para acompañar a Lorena Carreño, su mujer, a España.

La crisis del 2008 empujó a muchos trabajadores al paro, y como diseñador de microchips, decidió continuar como autónomo. “Veía muy difícil encontrar trabajo por cuenta ajena y no quería irme de España, porque aquí soy muy muy feliz”, cuenta.

Hace dos meses que abandonaron Guadalajara para ir a vivir a Fuenteguinaldo, el pueblo natal de Lorena, en el que llevaban dos años construyendo su casa de ensueño. “Esperamos hasta que los astros se alinearon”, afirma.

Y tanto que lo hicieron: Lorena, profesora de inglés, encontró después de mucho tiempo de esfuerzo el puesto en la Escuela Oficial de Idiomas de Ciudad Rodrigo que tanto deseaba, casi al mismo tiempo que los proyectos de su nuevo hogar finalizaban.

La pareja llevaba dos años construyendo su hogar mientras Lorena perseguía una plaza como profesora

Para Christopher las ventajas de las zonas rurales de España frente a las de Estados Unidos son de capital importancia: “apenas necesito el coche, allí las casas están muy apartadas unas de otras y tienes que coger el coche para absolutamente cualquier cosa”, asegura en referencia a los llamados suburbios, que allí no tienen la misma connotación negativa, y que podrían asemejarse a lo que en la provincia salmantina se conoce como pueblo, aunque, sin duda, las diferencias son abismales.

La pareja tiene un hijo de cuatro años, que aunque crece en un enriquecedor ambiente cosmopolita, desde su tierna edad ya adora todo lo relacionado con el entorno rural. “Le gustan mucho los tractores”, apunta su padre.

El teletrabajo ha permitido a este americano enamorado de España cumplir un sueño a la vez que su mujer puede volver a conectar con sus raíces en la localidad por la que siente afecto y en la que tiene seres queridos cuyo cariño ahora comparte con gusto con Christopher. “Mi familia política me trata como a uno más, estoy encantado”, dice.

La distancia entre hogares y las enormes avenidas estadounidenses no son algo que eche de menos, ahora que cuenta con la entrañable cercanía de un pequeño municipio salmantino del que ya se siente parte. Desde allí vende los microchips que diseña y presta servicios a empresas. Incluso Guadalajara, admite, “aunque es una ciudad en comparación es más bien un pueblo grande”.

El cambio es realmente brusco dadas las características de su ciudad de origen, una importante ciudad marítima que hace más de una década le vio partir. Fuenteguinaldo recibe, después de mucho soñar y luchar, a un americano que reconoce en España un lugar magnífico en el que vivir.

“Decidí hacerme autónomo y eso me permite teletrabajar”

Cumpliendo con sus obligaciones laborales, Christopher Brooks Richardson reconoce que el teletrabajo le ha abierto un amplio abanico de posibilidades. El estadounidense diseña microchips, los vende y también presta servicio de asesoramiento.

–¿Cómo llegó hasta donde está ahora a nivel laboral?

–Durante la crisis de 2008 despidieron a mucha gente de la plantilla, las empresas iban mal; yo diseño microchips y en aquel momento veía muy difícil el poder encontrar otro trabajo por cuenta ajena, así que emprendí mi andadura como autónomo.

–¿Cómo era su vida en Estados Unidos respecto a su vida en Fuenteguinaldo?

–Baltimore es una ciudad muy grande; me gusta vivir aquí en Fuenteguinaldo. En Estados Unidos el coche es imprescindible para todo aunque vivas en una zona retirada, por las distancias entre las casas y cualquier comercio, mientras que aquí apenas los necesito.

–¿Qué ventajas encuentra en el teletrabajo?

–Me da una gran libertad porque me permite vivir donde yo quiera, y gracias a eso hemos podido venir aquí al fin.

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