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La Diputación de Salamanca pondrá en marcha en este inicio de 2024 un total de seis Acciones de Formación y Empleo (AFE) en otros tantos municipios de la provincia con el fin de dar formación especializada a cincuenta desempleados en ramas como albañilería, ámbito sociosanitario y ganadería. Así lo ha dado a conocer el presidente de la institución provincial, Javier Iglesias, junto al diputado de Empleo y Desarrollo Rural, Antonio Labrador. La inversión para estos programas asciende a un total de 1,4 millones de euros, que serán aportados por la Junta de Castilla y León (el 70%), la Diputación (el 27%) y los ayuntamientos (5%) y permitirá la formación de cincuenta desempleados en talles con una duración entre nueve y doce meses.
«La colaboración interinstitucional es una de nuestras señas de identidad», señala Javier Iglesias, para quien la formación laboral es otro de los pilares de la institución provincial. «Con estos programas ofrecemos nuevas oportunidades y lo hacemos de una forma digna, ya que todos los seleccionados cobrarán el sueldo mínimo, además de recibir un plus de formación», apostilla el presidente de la institución provincial, consciente de que estas acciones consiguen que los desempleados logren «una inserción laboral, ya que el porcentaje de los que encuentran trabajo es muy alto».
La oferta de este año incluye cinco municipios y unas instalaciones de la propia Diputación. Los municipios seleccionados son Rágama, Juzbado, San Esteban de la Sierra y Villagonzalo de Tormes, que pondrán en marcha a partir del mes de abril una acción centrada en la rama de albañilería. A ellos se suma también Montemayor del Río, con un programa sociosanitario, así como la finca de Castro Enríquez, de la Diputación, que, por vez primera y como gran novedad, participa en este programa a través de una acción de actividades auxiliares de ganadería. «Hemos notado que en el sector hay dificultades de relevo generacional y por eso nos hemos lanzado a formar ganaderos, peones o auxiliares», apostilla Antonio Labrador, para quien la sección de las acciones se hace en aquellos sectores «en los que hay carencia de trabajadores, pero también en los que existe un alto porcentaje de colocación».
El programa mixto de formación y empleo se configura como una política activa de empleo, que consiste en la realización de acciones en alternancia de formación y empleo para mejorar la empleabilidad de las personas desempleados participantes. «Por eso, además de la formación que se ofrece, también es una oportunidad para los municipios que contarán con estas personas para realizar trabajos en dichas localidades», argumenta Javier Iglesias, quien recuerda que los destinatarios del programa son desempleados inscritos como demandantes de empleo en el Servicio Público de Empleo de Castilla y León.
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