Ciudad Rodrigo festeja los 125 años de vida de su epicentro cultural

En el mes de mayo, pero de 1900, abría sus puertas por primera vez el Teatro Nuevo de Ciudad Rodrigo. Eran los primeros pasos de un recinto que estuvo varias veces en el limbo y al borde de la desaparición, pero que a día de hoy, es el “corazón de la cultura en Miróbriga”, como señaló el alcalde Marcos Iglesias.

Ayer, el vetusto teatro acogió la gala del 125 aniversario, en la que el público de la localidad pudo dar muestras del cariño e importancia que tiene en la sociedad mirobrigense este edificio. Bajo la dirección de Sergio Cardoso, que dio vida en forma humana al Teatro Nuevo, la historia de este recinto y de las personas vinculadas a él tomaron forma y sirvió de recuerdo y homenaje a todos los que han hecho posible su longeva vida.

Gracias a un pequeño juego de luces, el teatro descubrió que muchos de los que estaban en el patio de butacas habían pisados sus tablas en algún momento, incluido el regidor municipal. También recordó el movimiento social y político que evitó su demolición en los años 80.

Tan importante como el edificio fueron el factor humano de este arte: desde los actores, con una pequeña obra dividida en seis fragmentos interpretada por los alumnos del taller municipal intergeneracional de teatro, pasando por el equipo técnico, al cual la Rondalla Tres Columnas dedicó una divertida copla preparada para la ocasión, sin olvidar al público, todos ellos tuvieron su momento de reconocimiento.

La pianista Isabel Pérez acompañó musicalmente algunos fragmentos de esta gala que contó con la intervención de Pilar Corchete, del grupo de teatro Amanecer que indicó que es “un nombre que le va que ni pintado porque yo descubrí en este arte un nuevo amanecer”, señaló. El alcalde de Ciudad Rodrigo, Marcos Iglesias, tuvo también unas palabras para destacar la importancia de este recinto en el ámbito cultural de la localidad y recordó que este aniversario “comenzó a lo grande, con la presencia del dramaturgo Fernando Arrabal y la entrega del Premio de las Letras que él quería recoger aquí”.

Y, en cierta manera, Arrabal estuvo presente con el descubrimiento de un retrato del escritor realizado por el pintor local Carlos García Medina que preside el hall del teatro.

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