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Salamanca
Lunes, 28 de abril 2025, 19:01
Salamanca volvió a rendirse, un año más, a una de sus tradiciones más queridas y singulares: el Lunes de Aguas. Esta festividad, que hunde sus raíces en la historia más pícara y particular de la ciudad, transformó también el alfoz en un gran escenario de celebración popular, marcado por la salida masiva al campo, el aroma del hornazo y el reencuentro entre amigos y familias.
Desde primera hora de la tarde, y tras reestablecerse la luz en los hogares salmantinos después del gran apagón general vivido, las carreteras y caminos que conducen a los espacios naturales más emblemáticos del entorno de la capital comenzaban a llenarse como la Isla del Soto en Santa Marta, el Prado de la Vega de Carbajosa de la Sagrada o la zona del río de Villamayor de Armuña.
En la Isla del Soto el ambiente era muy animado. Familias enteras se daban cita en este paraje ribereño, donde la naturaleza parecía abrazar la fiesta con su verdor espléndido. Muchos optaron por pasear junto al río, otros extendieron sus mantas en los claros de césped para compartir el tradicional hornazo, esa joya gastronómica local rellena de embutidos que, en esta fecha, se convierte en el auténtico protagonista.
La jornada avanzó entre bocados de hornazo, partidas de cartas, paseos a la orilla del Tormes y meriendas interminables. No hubo prisa por volver: el espíritu del Lunes de Aguas es precisamente el de detener el tiempo, de recuperar el placer sencillo de comer, reír y estar juntos al aire libre, sin más pretensión que la de disfrutar.
En el caso de Villamayor de Armuña los puntos más concurridos fueron tanto la ribera del Tormes como el parque junto al M3, un espacio muy apreciado por las familias con niños pequeños debido a las dotaciones deportivas y estacionamientos disponibles. A este punto llegaron no sólo vecinos de Villamayor, sino también de Salamanca, Carbajosa, Santa Marta de Tormes e incluso Castellanos de Moriscos. Un punto en común de todos ellos fue que ningún grupo pensó en suspender la reunión festiva a pesar del apagón, e incluso algunos adelantaron la salida al campo cuando comprobaron que no había electricidad.
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