Los alcaldes de la provincia de Salamanca exigen la limpieza de los cauces no urbanos

Los desgraciados sucesos acaecidos en Valencia y Castilla-La Mancha como consecuencia de la Dana han devuelto a la actualidad la situación de los cauces de ríos, arroyos y gargantas en la provincia de Salamanca, donde los ayuntamientos, en términos generales, reclaman una mayor implicación de las confederaciones en la limpieza de los cauces no urbanos.

«Están bastante mal, la Confederación no se hace cargo del mantenimiento. Aquí hemos limpiado el cauce del río que circunda el pueblo con un proyecto con fondos europeos, pero arroyos y cauce del río, nada por parte de los responsables», señala David Luengo, alcalde de Montemayor. En Candelario la opinión es similar y, según detalla el edil Miguel Rodero: «El río Barquillo y el Candelario cuentan con una figura de protección sin compensación económica. Deberían recibir una serie de inversiones, que es lo que se prometió cuando se incluyeron en esa figura, pero carecen de ella». Añade: «Este año, el arroyo del valle se hizo un mantenimiento antes y después del verano con personal municipal, precisamente, para evitar el riesgo de que se taponara el puente, pero los pueblos no pueden mantener los cauces de los ríos. No les pedimos ayudas, sino que cumplan con su obligación porque no es competencia nuestra».

La situación es similar en otras zonas y así lo indica David Iglesias desde Peromingo: «Los cauces están muy sucios, hay mucha maleza y ramas rotas. El Sangusín está un poco más cuidado por el tema de subvenciones de la Diputación, pero la Confederación no deja tocar nada».

Ríos como el Gamo, el Margañán y el Almar se desbordaron el año pasado y los ayuntamientos piden intervenir en ellos. Benjamín Madrid, de Macotera, señala: «En nuestro río, el Margañán, el cauce no está limpio, hace falta mucho mantenimiento». También desde Santiago la Puebla, Andrés Mulas, destaca: «El Margañán está muy sucio, todos los años pedimos permisos para poder limpiarlos y la CHD nos los deniega. Tampoco lo hacen ellos y el otro día, cuando el viento, se cayeron bastantes árboles que hay en el cauce y ni los quitan ni dejan quitarlos». También José Antonio Salinero, de Alaraz, señala que el Gamo está en malas condiciones y desde Peñarandilla, Antonio Luis Sánchez, cree que habría que limpiar lodos y vegetación. «No obstante, lo que nos pasó en enero es algo parecido a las zonas de Valencia donde apenas llovió pero nos vino la crecida. El caudal que traían los ríos Almar y Margañán no cabían en los cauces que tienen».

Muchos alcaldes destacan la importancia de las ayudas de Diputación para cauces urbanos. Su responsable, Pilar Sánchez, considera «vital» este servicio y confirmaba ayer que la institución seguirá apostando por él. La actual convocatoria de ayudas está en periodo de resolución.

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