150 kilos de sardinas para paliar el duelo por el fin del Carnaval en Villamayor

El colorido de los pasados cuatro días del Carnaval de la localidad de Villamayor se convirtió ayer en luto. Los vecinos de la localidad celebraron el tradicional entierro de la sardina del Miércoles de Ceniza para despedir la fiesta y afrontar el tiempo de Cuaresma.

Así, tras la celebración de la eucaristía con la imposición de la ceniza, el atrio de la iglesia se convirtió, pasadas las ocho de la tarde, en un punto de encuentro para todos los vecinos con el objetivo de poner fin a las actividades programadas por Carnaval con una gran sardinada recién preparada. De este modo, desde el Consistorio volvieron a apostar por celebrar la merienda popular gratuita tras recuperarla el año pasado, después de más de diez años.

En la cita gastronómica se repartieron cerca que ciento cincuenta kilos de sardinas recién asadas entre todos los comensales, mientras la música de una charanga animaba la sesión vespertina de fiesta. Hasta la calle Horno acudieron familias al completo donde se fueron situando por las diferentes mesas que se habían habilitado para la comodidad de los asistentes.

Participaron unas seiscientas personas que durante más de una hora se turnaron para comer el pescado.

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