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PODCAST: HISTORIAS DE SALAMANCA

Salamanca, ¿zona desnuclearizada?

La instalación de la fábrica de Juzbado y el anuncio de un cementerio de residuos nucleares en Las Arribes provocaron multitudinarias manifestaciones y hasta el «secuestro» de un diputado provincial

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Jueves, 30 de octubre 2025, 11:07

Corría diciembre de 1975 cuando LA GACETA anunció que iba a construirse «una planta de energía nuclear» en Salamanca. Se trataba de la fábrica de combustibles para reactores nucleares que finalmente se instaló en Juzbado.

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El establecimiento no fue sencillo. Contó con la frontal oposición de numerosas entidades, sobre todo, de destacados profesores de la Universidad que veían la energía nuclear como un peligro. Se organizaron manifestaciones en Juzbado, también en Salamanca y el proyecto pareció aletargarse hasta que en 1984, con el PSOE ya en el poder, la Comisión Provincial de Saneamiento aprobó la entrada en funcionamiento de la fábrica de ENUSA por 6 votos a favor, 5 en contra y 3 abstenciones. El gobernador civil de la época, José Luis Martín, fue cesado dos meses después por su abierta oposición a la fábrica.

Apenas dos años después se anunció la posibilidad de construir una Instalación Piloto Experimental Subterránea en Las Arribes. En realidad se trataba de un cementerio nuclear en toda regla. La tensión fue tal ante el anuncio que el vicepresidente de la Diputación, el socialista Luis Calvo Rengel, fue a Aldeadávila para calmar los ánimos. Sin embargo, fue retenido por los vecinos y liberado días después por la entrada de los GEOS.

Más de 20.000 personas salieron a la calle en Salamanca para mostrar su rechazo al «laboratorio nuclear» y el proyecto finalmente no salió adelante, aunque la sombra del cementerio nuclear sobrevuela cada cierto tiempo sobre Salamanca.