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Bastante ciudadanía tiende a ser más racional cuando se dispone a comprar unos yogures, por poner un ejemplo, que cuando afronta el voto. Sorprendente. En el ámbito comercial, extraño sería que un consumidor volviese al establecimiento en que le brindaron un comportamiento inapropiado; como extraño ... sería que otorgase su confianza a una marca que ya le engañó con anterioridad. Pues bien, más raro debiera resultar que el consumo político encuentre otra lógica.

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lagacetadesalamanca Yogures políticos