Señora vaca, no se mueva mucho
Huyo esta semana de la actualidad política, económica y social más inmediata, en la que hay ejemplos de leyes que están consiguiendo el efecto contrario ... al que pretendían, para hacer una petición a los señores toros y señoras vacas de nuestra tierra, que andan sueltas por dehesas y prados: por favor, a partir del 1 de enero, no se muevan mucho de una parcela a otra.
Y lo hago en tono de humor, pero partiendo de la cruda realidad impuesta por el ministro Luis Planas en su plan de la PAC.
Y esa realidad supera en muchas ocasiones a la ficción, como el caso que nos ocupa.
Vamos con ello. En uno de los eco regímenes que tiene especial importancia para la dehesa salmantina, el de pastoreo, Planas establece que “los beneficiarios de las ayudas deberán incluir en la solicitud única la relación de las parcelas agrícolas de pasto que son aprovechadas por los animales de cada explotación ganadera, identificada con su código REGA correspondiente.
Además deberán registrar en el cuaderno digital de explotación agrícola las fechas de entrada y salida de los animales a cada parcela agrícola de pasto”.
¿Dónde está el problema? Pues en que puede darse el caso de que haya vacas, toros y ovejas que pasten en varias parcelas diferentes en el mismo día dentro de una misma cerca.
Y, ¿cómo se puede arreglar este problema? Pues hay tres opciones.
La primera, que el ganadero se quede allí mismo sin moverse y vaya anotando en su cuaderno la hora en la que la vaca fulanita entra y sale de cada de una de las parcelas en busca de pasto.
La segunda alternativa es poner un GPS a cada uno de los animales y, por medio de un sistema informático, se detecte el número de la parcela en la que está el animal.
La tercera alternativa pasa por convocar a todos los animales a una reunión explicativa en la que el propietario o mayoral suplicarían a los sufridos toros o vacas de la explotación que, primero, no se moviesen mucho dentro del recinto y, segundo, que cuando fuesen a pasar de una a otra parcela avisasen mediante el cencerro, para que la persona encargada de tomar nota se diese cuenta, y procediese a apuntar el movimiento.
¿Qué todo lo anterior es una exageración? Puede que la última alternativa, la de solicitar la colaboración de los animales lo sea, pero la situación que se va a crear no lo es, ni mucho menos, salvo que de aquí al 1 de enero se produzca una modificación del Plan Estratégico de Planas.
Y este no es el único de los disparates contenidos en el mismo. Tal y como se están poniendo las cosas, mucho me temo que va a ser más fácil solicitar la colaboración de toros, novillos, becerros, erales, añojos, vacas, terneras, ovejas, corderas, carneros, cabras y machos cabríos, que lograrla de Planas. ¡Señor toro, señora vaca: sean comprensivos y no se muevan mucho!
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