La mortalidad en 2018

Dentro de las enfermedades circulatorias, las isquémicas del corazón (infarto, angina de pecho...) volvieron a ocupar el primer lugar en número de defunciones, aunque con un descenso del 3,6% respecto al año anterior. Le siguieron las enfermedades cerebrovasculares, que también descendieron (en este caso un 1,9%).

Los tumores responsables de mayor mortalidad fueron el cáncer de bronquios y pulmón (con un aumento del 0,2% respecto a 2017) y el cáncer de colon (que causó un 1,2% menos de fallecimientos respecto a 2017). Estos dos tipos de cáncer también fueron los más frecuentes entre los hombres. Entre las mujeres, el cáncer con mayor mortalidad fue el de mama (con un 0,7% más de defunciones que en 2017), seguido del cáncer de bronquios y pulmón con un 2,1% más).

Por las llamadas causas externas (accidentes, suicidios, homicidios...) murieron, en 2018, 15.768 personas (9.893 varones y 8.875 mujeres), siendo el suicidio la principal causa externa de muerte con 3.539 muertes (el 75% de los suicidas fueron varones). No se sabe muy bien por qué pero esos miles de muertos por suicidio no suelen aparecer en los medios de comunicación.

Las tasas brutas de mortalidad no son un buen indicador para comparar las diferentes mortalidades interregionales, pues en ellas influyen conjuntamente la mortalidad propiamente dicha y la estructura por edades, por eso se usa con buen sentido la esperanza de vida (número medio de años que viviría una generación sometida a las probabilidades de muerte por edad observadas en un periodo determinado, normalmente un año o dos). También se suelen usar las tasas estandarizadas, es decir, la tasa bruta, pero con una estructura por edades común a todos los territorios que se quieren comparar: en este caso, las regiones españolas. Las tasas estandarizadas más elevadas fueron la ciudad autónoma de Melilla, Andalucía y la ciudad autónoma de Ceuta. Por su parte, las tasas estandarizadas más bajas se dieron en Comunidad de Madrid, Castilla y León y Comunidad Foral de Navarra.

Conviene saber que la Comunidad de Madrid tiene la esperanza de vida más alta de todas las regiones europeas. ¿Será por la contaminación atmosférica? (Valga la broma).