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La desinformación, Trump, Biden y China

Viernes, 6 de noviembre 2020, 04:00

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¡ Vaya ¡Vaya hombre, lo que nos faltaba! Iván Redondo, que no sé de dónde saca el tiempo, estará al frente de un comité que se ha creado en la Presidencia del Gobierno para vigilar a los medios y perseguir lo que en La Moncloa consideren “desinformación”. La decisión se publicó ayer en el BOE. Dados los “tics” autoritarios de este Gobierno hay que ponerse en lo peor. Dicen desde el Ejecutivo que, tranquilos, que no pasa nada, que es solo para evitar maniobras de desinformación que vengan desde el exterior y que amenacen con desestabilizar nuestro sistema democrático. Ya. En lo publicado ayer en el BOE se indica que “uno de los pilares que sustentan a las sociedades democráticas y que deben asegurar las instituciones y administraciones públicas” es la “información veraz y diversa”, pero advierten de la amenaza que supone “la difusión deliberada, a gran escala y sistemática de desinformación, que persiguen influir en la sociedad con fines interesados y espurios”. Leyendo este último párrafo me he acordado del eficaz instrumento de propaganda en el que Iván Redondo y sus acólitos han convertido La Moncloa y los diferentes Ministerios. Vamos, dicho en otras palabras, el citado comité debería comenzar su tarea por ellos mismos, pero mucho me temo que no será así y que los primeros objetivos serán los medios no afines.

Y ya que me refiero a la desinformación procedente del exterior, la primera vez que, al parecer, se utilizó este sistema de forma masiva fue en las elecciones de Estados Unidos de hace cuatro años, según hemos ido sabiendo desde entonces. Dicen que los rusos de Putin anduvieron por medio, utilizando las tecnologías más modernas; otro tanto han hecho en procesos electorales más recientes en Estados miembros de la Unión Europea y también estuvieron enredando en el lío catalán. Putin viene de los servicios secretos rusos, del KGB, y eso imprime un carácter que no se pierde con el paso del tiempo y más si ostentas el poder. Supongo que también habrá intervenido en las elecciones de esta semana y de las que todavía no conocemos el resultado definitivo y si el próximo presidente será Biden o continuará Putin.

Y, mientras las democracias occidentales luchan contra el virus, por un lado, y también contra sus líos internos en el caso de Estados Unidos, en China van como un tiro. Con el virus sometido y la economía recuperándose, según dicen ellos, aunque vaya usted a saber, porque los chinos son unos maestros en el control de la información y en la desinformación, han dado otro paso de gigante en su control del mundo y en el desplazamiento del poder del eje atlántico al eje del pacífico. De esta salen convertidos en más potencia todavía.

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