Borrar

La bur-rocracia y las ayudas UE

Viernes, 25 de noviembre 2022, 04:00

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Siento un enorme respeto por los burros, los asnos, los pollinos, los jumentos o los ruchos. Con todas estas palabras (la última, tan sonora, es muy habitual en Andalucía) se designa a ese noble animal que tantos servicios ha hecho y sigue prestando a la humanidad, que ha superado ya los 8.000 millones de personas.

En concreto, a la hora de escribir y según uno de los contadores en tiempo real, somos ya 8.036 millones, con China e India por encima de los 1.400 millones cada una. Pero, a lo que iba. Tiempo atrás, cuando se quería poner en solfa o criticar a la burocracia (ay, esa canción de Forges conocida como La Ventanilla) se añadía una r para transformarse en “burrocracia”.

Pero yo me resisto a utilizarla, por respeto, no a los burócratas, sino a los pobres burritos que no tienen la culpa de las múltiples torpezas de los humanos. Se dice, con toda la razón, que no hay burro que tropiece dos veces en la misma piedra y es un hecho cierto, porque estos animales, como los mulos, están dotados de una memoria prodigiosa.

Todavía recuerdo cuando hice la mili (años 78/79) en Jaca, en la Brigada de Alta Montaña, que existía una máxima que pasaba de los más veteranos a los recién llegados, que decía lo siguiente: “En las marchas nocturnas por la montaña pon siempre por delante al mulo”. Invariablemente el novato respondía, presa del miedo, algo así como: “Eso es para que se despeñe el animal si se equivoca al andar”.

A lo que el veterano replicaba diciendo: “No, eso es para evitar que tú te despeñes, porque el mulo se sabe perfectamente el camino (las marchas eran siempre por los mismos caminos y senderos) dada su gran memoria”. Y era verdad: no recuerdo que algún mulo, primo hermano del burro, se despeñase durante el tiempo que estuve allí.

Valga esta digresión anterior, que me ha salido más larga de lo que había previsto, para insistir en que uno de los ejemplos de que los humanos tropezamos varias veces en la misma piedra, en este caso la burocracia, es lo que está sucediendo con las ayudas del Plan de Recuperación de la UE, esos 174.000 millones de euros que iban a llegar a España.

El Gobierno de Sánchez ha creado tal maraña de papeleo que sigo sin conocer a un solo agraciado con esta lotería. Y esto me hace sospechar. Es verdad que en la Lotería Nacional somos muchos los jugadores y muy pocos los agraciados, pero siempre hay alguno que resulta premiado y lo celebra.

Pero es que en el caso del dinero que llega de Bruselas no aparecen los agraciados. ¡A ver si se van a estar ocultando celosamente, porque resulta imposible que no haya llegado ni un solo euro a una pequeña y mediana empresa o a un autónomo!

¡Por favor, si hay algún premiado que lo diga! Es que vamos a terminar pensando que estamos ante el timo del toco mocho. ¡Maldita bur-rocracia!

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios