Es real, no «fake»

Si alguien cree que leyendo esto va a entender algo, mal, porque no se entiende nada.

11 días después de la tragedia es un hecho, no «fake», que los voluntarios siguen siendo esenciales en Valencia. Que la marea de solidaridad que impresiona al mundo es aún la esperanza de miles de personas. No es «fake» ese viva España y ese viva Valencia. Lo real es un gran pueblo, como es España, salvando al pueblo.

Es un hecho, no una «fake», que hay voluntarios que 11 días después aún son necesarios para llevar comida a lugares donde sorprendentemente todavía nadie llega. No es «fake» que gente normal se ha convertido en imprescindible en un trabajo como es el de búsqueda de desaparecidos. Y que están con ayuda psicológica. Es real que hay cuerpos especializados en esos trabajos en España y en otros países. Y también que somos un país con fuerzas de seguridad y de emergencia profesionalizadas y con opción de recurrir a ayuda exterior, como al mecanismo europeo de protección civil. Y es real que urge encontrar desparecidos. Primero, por las familias. Si necesitas ayuda pídela, pues eso.

No es «fake» que sea la gente la que lleva los productos de limpieza, bombas de agua o hidrolimpiadoras a Valencia. O máquinas de palets porque los alimentos donados hay que descargarlos y es la gente la que reclama esa ayuda para poder bajarlos del camión. No es «fake», aunque lo parezca, que España es uno de los países más desarrollados y que pagamos impuestos, como IVA, también en productos donados. Y es real que nos han bombardeado con campañas de Hacienda como el «lo que das, vuelve». Y, en cambio, en la tragedia, es real que hasta policías han pedido botas de agua a la gente.

Es real, no «fake», que 11 días después hay vecinos que se sienten inseguros porque miserables entran a robarles lo poco que les queda. No es «fake» que aún hay municipios en los que no han visto a fuerzas de seguridad. Y es real que hasta la UME, que es la UME,advierte de la magnitud tremenda y de que sus soldados no descansan. Ni ellos, ni muchos. Tampoco voluntarios.

También es real que 11 días después se busca maquinaria pesada y que no hay cifras sobre cuánta queda en los cuarteles. Ni si los efectivos aún en prealerta irán o si son suficientes para afrontar una tragedia que afecta a unos 80 municipios.

Es real que Valencia está llena de fango 11 días después. Y que los voluntarios se avisan entre ellos para ir protegidos por el riesgo de enfermedades por el agua estancada y la basura. Y que un pueblo manda mantas, otro botas y, a lo mejor, al resto le da por el arroz. Que falta coordinación. No es «fake» que 11 días después hay gente que duerme sobre colchones con barro y que llora de emoción cuando les regalan uno limpio, aunque sea usado. Es real, aunque parezca «fake», que en Valencia no son pocos los que viven de la caridad tras la tragedia. Es España, es Europa, pero no lo parece.

Es real que eso de que si necesita ayuda, que la pida, no lo aplicó el Gobierno cuando intervino la sanidad animal en Castilla y León, sin ni siquiera avisar al presidente de la Junta. También es real que Moncloa envió un cuerpo de élite a Valencia, con helicóptero, pero para investigar la agresión a Pedro Sánchez. Y no es «fake» que Mazón tiene que dar muchas explicaciones. También el PSOE, que se dedicó tras la tragedia a poner en marcha una fuerte campaña ideológica con vídeos en «insta» explicándonos la tragedia a su forma. En pequeñito, el logo de publicidad del PSOE.

No es «fake» que el pueblo es el que está salvando al pueblo y no los políticos. Tampoco la advertencia de que no se entiende nada.

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