La oposición sobrevive

Mañueco aprovechó el árbol caído para hacer leña y bastante tiene la oposición con sobrevivir. Ayer el presidente de la Junta de Castilla y León arreó estopa en el pleno a diestra y siniestra.

Sus enemigos políticos no pasan por su mejor momento, ni fuera ni dentro de sus respectivos partidos. A Tudanca le quieren mover la silla y de qué manera, lo mismo que al exvicepresidente del Gobierno regional, Juan García-Gallardo, que no se sabe si llegará a comer las uvas de la Nochevieja de 2025, cuando a Mañueco le toque convocar las elecciones autonómicas, si es que la situación no le es propicia y aprieta el botón antes de lo estipulado.

Los presupuestos de la Comunidad no son un problema. Si el PP no encuentra respaldo para sacarlos adelante, se prorrogan los que hay. Eso sí, los castellanos y leoneses nos quedaremos sin el medio punto de rebaja en la parte autonómica del IRPF que prometió Mañueco, pero desde el punto de vista político no será ningún problema para que tenga que adelantar las elecciones. Sánchez va camino de cumplir dos años sin presupuestos -tiene las cuentas del 23 prorrogadas y si no hay cambios radicales, las volverá a prorrogar para el 25- y hoy por hoy no piensa convocarnos a las urnas, a menos que al prófugo de la justicia Puigdemont le dé un arrebato y le obligue. No es probable.

Tudanca ve la paja en ojo ajeno, pero no la viga en el propio y le parece un problema insalvable que el Gobierno regional prorrogue las cuentas del 24. Debe pensar que, si hay un adelanto electoral en Castilla y León, Ferraz lo puede indultar y volver a ser candidato. Pero Óscar Puente, el ministro de Transportes y uno de los principales escudos de defensa de Pedro Sánchez ya lo ha sentenciado y lo dijo el lunes alto y claro: el PSOE de Castilla y León necesita un giro. Blanco y en botella: Óscar Puente no quiere ni ver a Luis Tudanca.

Tampoco es bien visto en Ferraz, donde le retorcieron el brazo cuando se le ocurrió ir por libre y convocar el congreso regional antes que el Federal, desoyendo las indicaciones del líder Sánchez. Con la cabeza gacha rectificó, dio marcha atrás y el congreso de los socialistas de Castilla y León se celebrará el 22 y 23 de febrero en Palencia. No sé si se presentará Tudanca o no, pero lo que está claro es que si lo hace habrá primarias, porque el exalcalde de Valladolid y secretario general de los socialistas vallisoletanos, Óscar Puente, va promover una candidatura alternativa en las primarias. Lo sabremos después de Reyes, que es cuando acaba el plazo para que los precandidatos se presenten.

Ayer, en el Parlamento regional, también sufrió un buen revés. ¡Qué fácil es hacer leña del árbol caído! Mañueco, en el pleno, le echó en cara estar más pendiente de lidiar con los enemigos internos y ver por dónde le llegan los golpes bajos, que de Castilla y León.

El socialista se revolvió en el asiento buscando el aplauso fácil de algunos fieles, como la salmantina Rosa Rubio, secretaria del grupo; su fiel escudera Ana Sánchez o Fernando Pablos, que ya ha dicho que se retira de la vida política. De una manera u otra, a los tres los van a renovar porque van en el mismo paquete que el actual secretario general del PSOE-CyL.

El que debería estar agradecido a Mañueco por no convocar anticipadamente es García-Gallardo. Parece que Abascal ya no lo ve con cara de vicepresidente, ni siquiera con cara de candidato y eso que Sánchez le ha vuelto a dar vida a Vox con los homenajes que está organizando en memoria del dictador. Ni Abascal ni Sánchez podrían sobrevivir sin Franco.