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DESDE LA TRIBUNA

¿Hay quien dé más?

Martes, 9 de mayo 2023, 22:19

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Esta precampaña electoral está resultando como una tómbola de las ferias de antes. Se rifan todo tipo de ofertas, la mayoría tan atractivas como inútiles o, en muchos casos, esperpénticas y engañosas. Ya sabemos que los programas de campaña están para no cumplirse, pero lo de estas elecciones es una escalada que no sé dónde va a parar. Con el agravante de que Pedro Sánchez es el que más promete sin ser candidato.

El presidente se lleva la palma en número, pero parece que su objetivo no es el de los mayores, a los que ya les subió las pensiones por encina del incremento de los salarios pactado por patronal y sindicatos.

La diana del líder socialista y todavía inquilino de la Moncloa se centra en los jóvenes, a los que está empeñado en «regalar» una vivienda en tiempo ya de descuento, porque si lo hubiera prometido hace tres años, cuando empezaba su legislatura, sería creíble su preocupación por la solución habitacional de los que más dificultades tienen para acceder a una casa.

A estas alturas ya hemos pasado de prometer los 50.000 pisos de la Sareb, la mayoría inhabitables, a casi 200.000 entre unos y otros. Y a medida que pase la campaña es probable que la «muñeca chochona» de la tómbola habitacional se convierta en una vivienda llave en mano para cada joven mayor de 18 años. Debe andar mucho en juego en esa franja de la población porque los últimos mensajes van todos dirigidos a remover la conciencia socialista de la juventud o a manipularlos emocionalmente con el asunto de la bonificación del 50 por ciento del interrail por Europa. Antes fue el bono de los 400 euros para que se lo gastaran en conciertos, videojuegos o regalos para los amigos y ahora, los manda de vacaciones subvencionadas para que recorran mundo. Eso sí, antes tendrán que pasar por las urnas en mayo y si el viaje ha sido satisfactorio, seguro que volverán a votarlo en diciembre.

El candidato Carlos García Carbayo se ha destapado con una contraoferta electoral que no ha dejado indiferente a nadie

Sánchez está empleándose a fondo en esa tómbola electoral y yo ya casi he perdido la cuenta de los pisos prometidos. Ayer volvió a la carga en el Consejo de Ministros, que aprobó lo que ya había anunciado en los mítines del fin de semana: los avales del ICO para la compra de vivienda y que podrán alcanzar el 25% del precio de un piso si el inmueble cuenta con una calificación energética mínima. Ayer también puso en circulación 43.000 viviendas que va a financiar con fondos europeos para sacarlas en alquiler a precios asequibles. Y otro plan más, de otras 20.000 viviendas en terrenos del Ministerio de Defensa que se construirán a través de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes). Casualmente, a Salamanca no le ha tocado nada de la «rifa», teniendo además suelo disponible para construir promociones al precio que Pedro Sánchez quisiera.

Tampoco hemos tenido mucha fortuna con las viviendas procedentes de las antiguas cajas de ahorro intervenidas (Sareb). De todas las que anunció el señor presidente, solo 11 estarían en condiciones medianamente decentes. La mayoría, como dijo la directora general de la Vivienda de la Junta, no las quieren ni aunque las regalaran.

Pero, si yo fuera joven, sin lugar a dudas votaría a Pedro Sánchez o al alcalde de Salamanca y candidato del PP para renovar el «título», Carlos García Carbayo, que se ha destapado con una contraoferta electoral que no ha dejado indiferente a nadie: nos va a poner escaleras mecánicas para que no tengamos problemas en subir los empinados peldaños de La Riojana, en plena Gran Vía, por ejemplo. Cuando lo estaba escuchado, no sabía si estaba oyendo al sensato alcalde de Salamanca o a «don mentiras», alias nuestro presidente del Gobierno, porque una oferta así me ha descolocado por completo.

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