Borrar
LA TRASTIENDA

El ego de Pablo Iglesias

Existe una posibilidad, mínima de que estalle el gran ego que tiene y diga que «de eso nada»

Viernes, 27 de octubre 2023, 05:30

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

Si me llegan a decir un día que iba a solicitar un favor a Pablo Iglesias, hubiese respondido con un «no» rotundo o con un «no lo creo» mucho más suave, pero en cualquier caso la respuesta siempre habría sido «no». Pero he aquí que ha llegado el momento de acudir en búsqueda de la persona que mueve los hilos de Podemos para hacer la siguiente pregunta con petición implícita ¿qué necesidad tienen los cinco diputados de su grupo político de acudir en socorro de Pedro Sánchez?

Me explico: se concede mucha importancia a los votos de los diputados que maneja Puigdemont, dando por hecho que los de Podemos (de momento dentro de Sumar) están seguros y, puede que sí, o quizás no. A ver: lo más probable es que los podemitas apoyen al actual presidente del Gobierno en funciones, pero también existe una posibilidad, mínima, pero ahí está, de que estalle el gran ego que tiene Pablo Iglesias, diga que «de eso nada» y deje a Pedro Sánchez y los suyos con la miel en la boca. Insisto: no es probable, se dan pocas posibilidades de que esto suceda, pero tampoco es imposible.

Los motivos que tendría Iglesias son muchos y variados. Por ejemplo, uno importante: el diseño de este Gobierno Frankenstein, con todas las izquierdas y los nacionalistas e independentistas vascos y catalanes, es suyo, de Iglesias, me refiero, aunque luego lo haya disfrutado (y pretenda seguir haciéndolo) Sánchez; eso, el ego del líder podemita (al que ya me referí en otro artículo anterior) lo lleva muy mal. En segundo lugar, él salió del Gobierno muy malamente. Después, los desplantes del actual inquilino de La Moncloa al propio Iglesias, a su entorno familiar (Irene Montero) y a su grupo político han sido en estos tiempos, desde el punto de vista de Podemos, muy importantes.

Finalmente, está por ver la cuota de poder que podrán mantener en el próximo Ejecutivo, si es que llega a formarse; si Montero o Ione Belarra no son ministras, ¿qué van a sacar entonces a cambio de dar su apoyo a Pedro Sánchez? Y eso en un ego político y personal tan grande como el de Iglesias intuyo que pesa mucho.

Es verdad que, tal y como pintan las cosas, si no se forma Gobierno y se repiten las elecciones, puede que los resultados de Podemos sean todavía peores que los que lograron en julio. Y este es un motivo y razón de mucho, pero mucho, peso, para que Iglesias y los suyos traguen sapos y culebras, carros y carretas y apoyen a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz (convertida en enemiga también). Eso es lo más probable y lo lógico.

Ahora bien, dicho lo anterior, también hay que contar con el factor sicológico (vuelta al ego), y tampoco se puede descartar que Iglesias sufra uno de estos días un ataque de ira y diga algo así como «hasta aquí hemos llegado y los cinco diputados de Podemos no tragan». Mientras tanto, los plazos avanzan, el tiempo corre y la situación económica se deteriora.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios