Falta de perspectiva
Llenar la cesta de la compra cada semana resulta más caro. Si hace un año con 100 euros se podía llenar un carro grande, ahora, ... con ese mismo dinero, como mucho, se puede llenar uno pequeño, y sin incluir grandes caprichos en la cesta de la compra. Solo con comprar algo de carne, pescado, leche, aceite, lácteos, fruta, verdura y pan ya se te han ido 100 euros, la cantidad con la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cree que va a solucionar el problema económico de las familias que tienen hijos en edad universitaria y en Bachillerato o similar, pues para el resto no hay esta ayuda. ¿Será que los más pequeños no comen, ni tienen gastos en libros, ropa y otros productos de primera necesidad? ¿Con qué criterios el presidente del Gobierno fija el corte en los 16 años?
El pasado martes, en el debate sobre el estado de la nación, Sánchez anunció la medida como si fuera la panacea, pero no nos engañemos, los 100 euros complementarios que recibirán los alumnos con beca son solo un parche que no va a salvar de la quiebra a las familias que no llegan a fin de mes y tampoco van a convencer a quienes deciden no enviar a sus hijos a estudiar otra ciudad porque no le salen las cuentas. Dudo que ninguna familia se arriesgue por 100 euros. El “cheque-beca” de Sánchez no terminará con la situación de desigualdad que pueden sufrir los estudiantes de familias humildes que, ante la ajustada economía familiar, tienen que quedarse a estudiar en sus ciudades de origen, con independencia de si les gusta o no la titulación.
¿Y qué me dicen de la letra pequeña de la ayuda? No podemos olvidar que el “cheque-beca” es solo, de momento, por cuatro meses, de septiembre a diciembre de 2022, de manera que no garantiza este complemento económico ni por un año completo. Además, ¿cuándo recibirán los estudiantes el dinero? Ahora hasta bien iniciado el curso, prácticamente hasta las vacaciones de Navidad, muchos estudiantes no reciben ni un euro.
Son muchas las preguntas sin respuesta. Personalmente, creo que estamos ante otra medida populista con la que el presidente del Gobierno quiere producir un golpe de efecto con el que contrarrestar el anuncio de las becas de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, algo que a los ciudadanos de Salamanca y Castilla y León poco o nada nos importa. Sánchez pretende convertirse en un superhéroe al rescate de las familias humildes. ¡Nada más lejos de la realidad!
Sin duda, el Gobierno tiene aún que despejar muchas incógnitas sobre esta ayuda complementaria que no dudo que será bien recibida por las familias, pero que, en realidad, se trata de una medida cortoplacista que no soluciona el problema estructural del que adolece el sistema de becas. Al presidente del Gobierno le falta perspectiva a la hora de afrontar los problemas.
Me surge otra pregunta: ¿Tendrán que devolver las familias los 400 euros del “cheque-beca” si el alumno no logra superar los créditos establecidos o esta ayuda no requiere de ningún rendimiento académico? Uno de los problemas del actual sistema de becas, que el Gobierno de Pedro Sánchez parece que no tiene intención de cambiar, es que los estudiantes que no aprueban el porcentaje de créditos establecidos, tienen que devolver parte de la ayuda recibida. ¿Se imaginan qué supone para una familia con bajos recursos que su hijo se quede sin beca y, a mayores, tener que devolver el dinero recibido y gastado? Estoy de acuerdo con que se exija a los alumnos que reciben una beca un rendimiento académico mínimo, pero rechazo rotundamente que se penalice doblemente al que no logra los objetivos.
Pedro Sánchez debería empezar por revisar el sistema de becas y ajustarlo al momento actual.
La educación no debería utilizarse con fines políticos, pero, lamentablemente, se hace una y otra vez y estamos ante un nuevo ejemplo.
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