En clave electoral
LA escena se ha vuelto a repetir. Los salmantinos se echaron a la calle el pasado fin de semana y llenaron el centro de la ... ciudad iluminado ya con las luces de Navidad. Pero no nos engañemos, esta imagen no se repite a diario y en determinadas zonas de la ciudad, de lunes a viernes la estampan es bien distinta. Da igual pasar a las once que a la una del mediodía por la Rúa. Ha perdido su vida y como ella otras muchas calles que antes de la pandemia, y sobre todo, antes del cierre de los bares y los restaurantes, nos recordaban que Salamanca es una ciudad que destaca por su intensa vida.
Ojalá recupere pronto el bullicio. Al menos los datos de contagios de universitarios siguen a la baja y parece que en los colegios mayores y residencias de estudiantes la situación ya está controlada, lamentablemente en muchos por un contagio masivo en las fiestas del inicio del curso que, pese a las advertencias del rector, tuvieron lugar. Lo que no se consigue parar son las fiestas en los pisos. Lástima que el egoísmo de estos jóvenes no les deje ver que las consecuencias afectan a toda la sociedad.
Con esta situación por delante, en la Universidad de Salamanca se sigue hablando de COVID, pero también de elecciones. Justo se cumplen tres años de la primera vuelta de las elecciones que dieron el triunfo a Ricardo Rivero como rector del Estudio salmantino. El tiempo pasa muy rápido y ya solo queda un año para que el catedrático de Derecho Administrativo termine su primer mandato.
Tenemos doce meses por delante para hablar de elecciones universitarias. Puede parece mucho tiempo, pero no lo es, quien quiera presentarse al Rectorado tiene que estar ya moviéndose y buscando apoyos. De forma extraoficial, los posibles aspirantes han comenzado a calentar motores y han empezado a jugar sus cartas.
¿Habrá un reencuentro entre Rivero y Corchado? Quienes conocen los entresijos de la Universidad de Salamanca saben que ambos tienen amigos o colaboradores comunes que, según parece, están haciendo de intermediarios para tratar de encontrar una posición común.
Ricardo Rivero no ha confirmado aún cuáles son sus intenciones, aunque lo raro sería que no quisiera optar a la reelección. Lo que parece claro es que ha habido un acercamiento entre el rector y el catedrático de Ciencias de la Computación en el que se planteó integrar a miembros de la candidatura de Juan Manuel Corchado en el equipo rectoral. La jugada sería parecida a la que hizo Daniel Hernández Ruipérez cuando, para asegurarse el segundo mandato, llevó a un acuerdo con Corchado y Rivero y colocó algunas de sus “piezas” en el equipo rectoral. Corchado entró como vicerrector de Investigación y Óscar González Benito asumió la dirección de la Fundación General.
¿Y qué pasará con Mariano Esteban de Vega? El catedrático de Historia Contemporánea no descarta dar el salto y presentarse a los comicios. Hace un año, en las elecciones al Claustro, parecía claro el acuerdo entre Corchado y Esteban, con el apoyo de la gente de Mª Ángeles Serrano. Juntos arrasaron y consiguieron estar presentes en todos los órganos de gobierno de la Universidad de Salamanca. La pregunta es si Mariano Esteban seguirá adelante si Corchado se posiciona a favor de Rivero. No creo que tardaremos mucho tiempo en saberlo al igual que el posible pacto Rivero-Corchado, si es que finalmente llega a buen puerto.
En la Universidad siempre dicen que son compañeros, que no son como los partidos políticos, que cuando pasan las elecciones todo vuelve a la normalidad y todos trabajan juntos. Quizás la diferencia ideológica no sea tan evidente, pero a estrategas no les gana ningún político.
El COVID no ha frenado las negociaciones, aunque ahora no pueden reunirse en las cafeterías de los centros, los encuentros y conversaciones siguen produciéndose en los pasillos o en las calles.
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