Borrar

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

LA ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, está trabajando en el borrador del nuevo modelo de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) con la intención de ponerlo en marcha en el verano de 2024, sin embargo, parece más que improbable que el nuevo documento tenga como resultado una prueba única, tal y como reclaman desde hace años estudiantes, padres, profesores y universidades, así como los representantes políticos de algunas comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León. Todo lo contrario, todo hace indicar que se “maquillará” la evaluación para que parezca que es más equilibrada e igualitaria.

“Miramos con buenos ojos que la prueba recoja criterios homogéneos, pero teniendo en cuenta las competencias de las comunidades autónomas”, es lo máximo que ha asegurado la ministra acerca de la necesaria reforma de la EBAU. Pilar Alegría visitó el miércoles Salamanca en el marco de la campaña electoral de Castilla y León. La ministra evitó hablar de prueba única e insistió en que están comenzado a trabajar en el nuevo modelo.

Lo cierto es que, con sus palabras, parece que está muy lejos la posibilidad de contar con una Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad igual para todos los estudiantes.

La solución no es que la Consejería de Educación baje el nivel de la prueba para no perjudicar a los estudiantes de la Región, tal y como han hecho otras comunidades autónomas. Eso supondría echar por tierra la cultura del esfuerzo. La única solución posible es que, igual que todos los futuros médicos realizan un examen a nivel de toda España para acceder a las plazas de residente, del mismo modo, todos los alumnos que van a acceder a las plazas universitarias de titulaciones de grado en universidades públicas de todo el país, con independencia de la Región en la que hayan estudiado, realicen el mismo ejercicio.

Claro, la ministra me puede responder que hay que tener en cuenta las competencias de las comunidades autónomas. De acuerdo. Entonces, en ese caso, quizás lo idóneo sería que los alumnos se examinasen de los contenidos comunes ¿no? Lo que no tiene sentido ahora y es injusto es que en Castilla y León los alumnos se tengan que preparar prácticamente todo el temario de Historia y los de otra Comunidad la mitad o menos.

Pero el problema del sistema de acceso a la universidad va más allá de la presión que sufren los estudiantes por tratar de tener la nota necesaria para acceder a la carrera deseada, no solo Medicina, también dobles grados como el de Física y Matemáticas, y grados como el de Biotecnología. El problema es que tampoco hay coordinación en cuanto a la fecha de publicación de las listas de admitidos por las universidades, de manera que según van saliendo, los alumnos se van desmatriculando de aquellos grados que les convencen menos o que forman parte de la oferta de facultades situadas más lejos de sus lugares de origen, para matricularse en otros donde, según van bajando las notas de corte, consiguen entrar. Un “baile” del que he escrito decenas de veces en este periódico, pero que parece que no va a terminar nunca, y que cada curso provoca que llegado el mes de noviembre, casi dos meses después del inicio del curso, haya cambios en la lista de matriculados de Medicina, Odontología y Enfermería, principalmente.

Mientras sigue trabajando en la EBAU, la ministra ha abierto otro frente: una prueba específica para acceder a las titulaciones de Magisterio. Es cierto que los profesores tienen que tener determinados conocimientos y competencias para poder educar a los niños, pero crucemos los dedos para que esta prueba, si finalmente se realiza en cada Comunidad o en cada facultad, no incremente las desigualdades que ya provoca la EBAU.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios