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Hace menos de un mes, el 27 de junio de este mismo año, se produjo una convocatoria en Facebook para asaltar el Área 51. Por si algún despistado no sabe qué es eso, precisaré que es una base militar americana, que se encuentra en el desierto de Nevada, a 130 kilómetros de las Vegas. La carretera que conduce hasta ese lugar es la estatal 373, más conocida como “la carretera de los extraterrestres”. Desde siempre, el Área 51 ha estado rodeada de misterio. Se supone que es allí donde se realizan toda suerte de estudios, experimentos y hasta conexiones con otros seres de la galaxia. Por eso genera la misma curiosidad que empeño han puesto las autoridades en que no se sepa nada de cuanto sucede tras esa especie de fortaleza, que ahora un verdadero ejército de frikis se dispone a conquistar.

El artífice de esta historia es un tal Matty Roberts, a quien se le ocurrió que crear un evento en Facebook para conocer a los aliens encerrados en Área 51 podría tener mucho interés... Naturalmente, se trataba de una broma, pero ya saben ustedes cómo funcionan las redes sociales.

A día de hoy más de 1.7 millones de personas han respondido a la iniciativa y se preparan para asaltar la base alienígena de Nevada el próximo 20 de septiembre, a las tres de la mañana. Han quedado muy cerca de allí, en el Centro Alien del Área 51, un restaurante del valle de Amargosa, que además de ofrecer las consabidas hamburguesa, patatas y perritos, vive de explotar el asunto alienígena. Es de suponer que, de aquí a septiembre, se acaben rajando muchos de estos invasores en potencia, pero aunque sean menos, la broma podría acabar en desgracia. Y no solo porque serán detectados por todo tipo de sensores y cámaras en cuanto decidan acercarse, sino porque habrá numerosos efectivos militares esperándoles y no precisamente con los brazos abiertos. Como advierten ex oficiales y otros trabajadores del centro, no es recomendable acceder a la zona sin el equipo adecuado, teniendo en cuenta que el escenario es un desierto donde se han realizado unas cuantas pruebas nucleares; pero, además, cuentan con unidades caninas, helicópteros, vehículos terrestres y demás artilugios de la Seguridad Nacional, que están deseando ponerse a prueba frente a un ejército de guerreros de videojuegos.

El tal Matty Roberts, a estas alturas de la película y después de haber recibido hasta notificaciones de las Fuerzas Aéreas Norteamericanas, está acongojado y no para de insistir en que se trata de una broma, pero ahora ni él ni nadie saben cómo pararla, para que ese 27 de septiembre señalado no se convierta en un día de desgracia en unas instalaciones militares que no se sabe si estarán llenas de alienígenas o no, pero sí que son las más seguras del mundo.

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