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Garganta de los Caballeros.
Pesca y literatura: ‘El perfecto pescador de caña’

Pesca y literatura: ‘El perfecto pescador de caña’

Un legado del siglo XV sobre el que don Miguel de Unamuno escribió un ensayo a pesar de no ser pescador

Domingo, 9 de mayo 2021, 11:23

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Al igual que Unamuno me topé con esta magnífica obra titulada “El perfecto pescador de caña”, escrita por el inglés Izaak Walton en el año 1653 por casualidad y desde entonces no he parado de leer y releer hasta casi sabérmela de memoria.

Walton, ferretero antes que escritor y durante toda su vida pescador, la escribió poco antes de morir a los 60 años de edad.

La obra se desarrolla mediante amplios diálogos, poemas, canciones e idílicas incursiones en la vida pastoril, principalmente entre dos personajes, uno encarnando el papel de maestro pescador, denominado por Walton como: Piscator; y otro con el papel de discípulo encarnando a un cazador, denominado: Venator; ambos personajes se encuentran en un camino, y deciden pasar juntos cinco días, uno cazando y cuatro pescando.

El propósito del texto supera al de servir como guía a los amantes de la pesca, mezclándose frases, pensamientos, estudios y toda una filosofía, apoyándose en personajes reales de la época, filósofos, naturalistas, poetas, religiosos, muchos de ellos pescadores de caña, como Walton. Las descripciones que realiza sobre los paisajes y las disertaciones sobre la vida contemplativa, espiritual, humana y moral o las diversas formas y técnicas de pesca de la época, así como la elaboración de cebos e incluso como aderezar los peces que pescó, las realiza mediante un lenguaje poético en prosa de alto nivel que convierten a la obra en todo un clásico de la literatura universal, no siendo una obra exclusivamente escrita para el que siente placer al pescar. Es tal su altura filosófica que el propio Miguel de Unamuno, sin ser pescador, después de leerla lo prologa con un pequeño ensayo al que tituló “Después de leer a Walton”. La obra cayó en manos del eximio D. Miguel al leer un soneto de William Wordsworth, titulado: Escrito en una hoja en blanco de “El perfecto pescador de caña”, cuya traducción literal realizada por el mismo comenzaba así: “Mientras se presten los corrientes ríos a un inocente deporte, vivirá el nombre de Walton; sabio, benigno, cuya pluma, al esclarecernos los misterios de la caña y el torzal, nos exhortó, no sin fruto, a escuchar reverentemente cada revelación que la Naturaleza pronuncie desde su rural santuario. ...”. El soneto continua venerando la gratitud hacia el autor del libro “El perfecto pescador de caña” por el bien recibido con su lectura y no deja de ser un referente que debería de leer todo pescador.

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