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Domingo, 28 de agosto 2022, 22:31
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EL pescador deportivo, comprometido con el río y su entorno, puede aportar su pequeño granito de arena para conservar lo que tenemos en lugar de exterminarlo. Comenzar a practicar la pesca liberando las capturas en las mejores condiciones de supervivencia puede ser la pequeña gran aportación del pescador al movimiento nacido en Inglaterra con el nombre de “Catch and Release”.
El origen del movimiento nace del pescador con la finalidad de conservar la biodiversidad de las masas de agua. Posteriormente la idea es adoptada por distintas administraciones con la pretensión de controlar las poblaciones de peces existentes y generar más riqueza piscícola, peces de mayor tamaño y en mayores cantidades, para lo que se necesita una nueva ley y que se ejecute la medida mediante imperativo legal. Atrás queda la ancestral pesca extractiva que se venía practicando desde tiempos inmemoriales, cuando en muchos casos las capturas servían de sustento a muchas familias españolas.
Una de las premisas que se implantan con esta tendencia a la hora de practicar la pesca sin matar el pez capturado, afecta directamente a uno de los elementos fundamentales para practicarla, el anzuelo, la manera de que el anzuelo sea menos lesivo sin duda alguna es quitarle el arponcillo o rejón diseñado para dificultar su extracción, así los anzuelos, al carecer de ese elemento, serán más sencillos de extraer y por consiguiente menos lesivos dejando el lance en un mero picotazo.
Conseguir estos anzuelos en el mercado es sencillo, cualquier tienda especializada los sirve. Si no queremos comprarlos preparados, podemos adaptarlos de una forma sencilla aplastando la rebaba con unos alicates o limándola con una lima para metales. El pescador comprometido con la supervivencia de los peces no debe olvidar que los anzuelos sin muerte, reducen el tiempo de extracción y generan menos heridas en el pez capturado disminuyendo el riesgo de mortalidad con respecto a los anzuelos con arponcillo o muerte. Algunos pescadores son reacios a la utilización de estos anzuelos porque en la pelea un pequeño despiste, como dejar floja la línea, puede tener como consecuencia que el pez se suelte, quedando la captura frustrada; deberemos de pensar que si lo vamos a soltar da igual que se suelte durante la pelea una vez que hemos logrado que sucumba a nuestro engaño, pudiendo dar por bueno que lo hemos capturado.
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