«Por mucho que tú intentes disfrutar, si no tienes una ayuda psicológica es muy complicado»
Tras alcanzar la final en Burdeos, la jugadora de pádel salmantina reconoce que ha sido «el mejor torneo» de su carrera
La jugadora salmantina de pádel Carmen Goenaga vivió una semana idílica en el P2 de Burdeos que, pese a no terminar como deseaba al caer en la final, confirmó que el futuro del pádel charro está en muy buenas manos. Después de varios años y un gran trabajo tanto dentro como fuera de la pista, Goenaga empieza a disfrutar de un crecimiento a pasos agigantados en lo que para ella está siendo «una temporada inmejorable, incluso superando un poco mis expectativas».
Unas horas después de la gran final en Burdeos, ¿cómo se encuentra Carmen Goenaga?
—Muy muy contenta. Con un poco de resaca emocional aun por el torneo y muy cansada también la verdad. Se nota el no estar tan acostumbrada a jugar tantos partidos con tanta tensión y tantos nervios, pero me encuentro muy bien.
Siempre es doloroso quedarse a las puertas de un título, aunque en su caso era su primera final. ¿Ello le deja otras sensaciones?
—No te voy a mentir, soy una persona que asimila todo muy lentamente. Cuando ganamos las semifinales y entré en mi primera final fue como una sensación de que iba todo muy poco a poco. Y, aunque la hayamos perdido, también es bueno poner en valor todo el esfuerzo que hemos hecho toda la semana. Ha sido una semana muy especial.
¿Son de esas semanas de competición en el que el resultado final queda a un lado?
—Ha sido el mejor torneo de nuestra carrera deportiva, tanto a nivel de pareja como individualmente. Este resultado nos da muchas esperanzas de por qué no seguir peleando por entrar en alguna que otra semifinal, y ojalá otra final. Nos da ese plus que necesitábamos de ganar algún partido más importante para entrar en rondas finales.
En lo personal, para una jugadora que lleva tantos años en las pistas, ¿es posible que empiece a ver esos frutos del trabajo realizado?
—Creo que es un poco el premio a todo el trabajo que llevo haciendo los últimos años. A los 16 años empecé a competir en World Padel Tour profesionalmente, y cada año he ido notando esa mejoría. Cada año accedía a nuevas rondas y este curso ha sido como el crecimiento más grande. De momento, en lo que llevamos de temporada está siendo inmejorable, incluso superando un poco mis expectativas.
Hace unos meses hablaba de algo tan importante como es el factor mental en el deporte. ¿Cuánta importancia ha tenido en su crecimiento?
—El año pasado fue muy complicado porque tuve mucha presión y no supe manejar bien ciertos momentos. Se te junta un poco todo y son momentos muy complicados porque la cabeza te juega malas pasadas y es importante trabajarlo. Empecé a trabajar con dos psicólogos, y sinceramente también pienso que este año el gran paso que he dado ha sido a nivel mental. Si tu cabeza no está donde tiene que estar, por muy bien que juegues o por mucho que entrenes, no funciona nada.
Por tanto, ¿cambiaría el haber buscado esa ayuda psicológica antes?
—No es nada fácil, pero recomendaría que, si quieres empezar a competir, tener ayuda psicológica es muy importante. Tener un buen psicólogo, abrirte con él y contarle todas tus emociones es clave porque por mucho que tú intentes disfrutar, si no tienes una ayuda psicológica es muy complicado encontrar las herramientas por ti mismo del disfrute incluso en los momentos complicados.
Ahora, junto con su compañera Bea Caldera, ponen rumbo a Málaga para afrontar una nueva cita.
—Jugar en España es único y diferente y también por la línea que llevamos hay muchas ganas de seguir haciéndolo bien. Hay que seguir compitiendo de tú a tú contra las mejores y ser conscientes de que si conseguimos sacar nuestro mejor pádel podemos ser unas rivales muy duras para cualquier pareja.
